Las apariciones rutinarias del sol
Todo aquí reside
en lavar el otro lado de la estufa
y recordar a la abuela rosacruz
su baraja española, su afición a Lombsag Rampa
y su arte adivinatorio
en esta casa llena de noche y sal de ajo.
Aquí estoy
para limpiar el piso los sábados por la mañana
y olvidarme del amanecer.
Nos hemos hablado de las apariciones rutinarias del sol,
cuando a las mujeres todo se nos hace añicos
porque el sol se nos hunde
y nadie nos enseña a gritar
porque somos el naufragio
de nuestro único cuerpo lleno de vida
y de ignorancia por vivirla.
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