Un amanecer se abrió en mi camino,
ya despierto sobre el campo del olvido.
Un resplandor a cegado mi destino,
ha plasmado la esperanza,
derrumbado una templanza,
me ha dejado comenzar contigo,
una de las mas bellas andanzas,
un camino realzado con la belleza del amar.
Una nueva etapa generosa,
afectuosa al premio de la verdad,
expuesta al cambio de la mitad,
acabará en mucha y nunca poca cosa,
nunca la podré olvidar,
suceda lo que suceda nunca morirá.