~~Qué fácil es decirle
a una mujer ¡ te quiero !.
Pero qué difícil es
con el tiempo mantenerlo.
Que la mujer es como la flor.
Y al cabo ella va perdiendo
su perfume y su color
y también,
el tronío de su cuerpo.
Y aunque le queden virtudes
de mujer decente y buena,
su hombre sueña en la noche
con la dulce y tierna camarera.
Con la que esta mañana al ponerle
en sus manos unas monedas,
sintió como una caricia
recorrerlo por las venas.
Luz perdida España