Gracias Dios Mío
por haberme acompañado
durante todo este día que termina.
Sé que estuviste conmigo en todo momento,
pues te miré en el sol de la mañana,
te miré en la claridad del día,
te miré en la rosa del jardín,
te miré en una sonrisa amiga...
Gracias Dios por siempre estar conmigo
desde que el día comienza hasta que termia.
Permíteme tener un descanso reparador
y un buen despertar.
Amen.
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