Al igual que la serotonina, los abrazos también liberan
otra sustancia
denominada oxitocina, una hormona que se libera gracias
a que el sistema nervioso se activa debido a los abrazos
. Con esto, nuestra presión arterial se ve disminuida en el
caso de que la tengamos especialmente alta.
Por lo tanto, los abrazos son unos excelentes reguladores de la presión arterial.
“Sé que nadie te ha abrazado nunca tan fuerte que
cuando se ha ido has sentido que el abrazo se quedaba contigo”