PEQUEÑO POEMA INFANTIL de Rubén Dario
Las hadas, las bellas hadas, existen, mi dulce niña, Juana de Arco las vio aladas, en la campiña.
Las vio al dejar el mirab, ha largo tiempo, Mahoma. Más chica que una paloma, Shakespeare vio a la Reina Mab.
Las hadas decían cosas en la cuna de las princesas antiguas: que si iban a ser dichosas o bellas como la luna; o frases raras y ambiguas.
Con sus diademas y alas, pequeñas como azucenas, había hadas que eran buenas y había hadas que eran malas.
Cuando naciste, preciosa, no tuviste hadas paganas, ni la horrible Carabosa ni sus graciosas hermanas. Y, ¿sabes tú, niña mía, por qué ningún hada había? Porque allí estaba cerca de ti quien tu nacer bendecía:
Reina más que todas ellas: la Reina de las Estrellas, la dulce Virgen María. Que ella tu senda bendiga, como tu Madre y tu amiga; con sus divinos consuelos no temas infernal guerra; que perfume tus anhelos su nombre que el mal destierra, pues ella aroma los cielos y la tierra.
| | | | | | |