Por: Daniela Di Segni,
Buenas noticias: no todo debe ser sufrido para lograr buena calidad de vida y una salud más equilibrada. No es necesario tomar medicamentos, matarse en el gimnasio, ni imponerse sacrificios insoportables. Es suficiente con hacer pequeños cambios en los hábitos cotidianos para lograr beneficios importantes en nuestra salud y, consecuentemente, sentirnos mejor.
Los cambios más obvios
No por conocidos debemos dejar de mencionarlos acá. Suprimir el tabaco, las drogas de cualquier tipo (incluso las legales que se ingieren por automedicación) redunda en inmediatas mejorías del estado general (presente y futuro). Lo mismo sucede si se reduce al mínimo la ingesta de alcohol, a excepción del vaso diario de vino tinto que, como se sabe, favorece al sistema cardiocirculatorio.
Cambios en los que no pensamos
Hay otros cambios, fáciles de hacer, que pueden ayudar a estar mejor
La postura
Parece sencillo controlar nuestra postura durante el día, pero a veces olvidamos caminar erguidas, usar la computadora a la altura y distancia adecuadas, relajarnos varias veces por día y variar periódicamente de posición. Todo ello ayuda a prevenir y evitar contracturas musculares y dolores articulares.
La alimentación
La clave es disminuir las carnes rojas, consumir más pescado, cambiar las grasas animales a favor del aceite de oliva, aumentar el consumo de legumbres, vegetales y frutas frescas de estación, comer frutas secas, lácteos y yogur y beber abundante agua para cumplir con la dieta mediterránea declarada recientemente por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad (http://fdmed.org/dieta-mediterranea) .
El peso
Sin entrar en exageraciones y delgadeces extremas controlar los kilos de más. Está definitivamente demostrada la relación entre el exceso de peso y las enfermedades cardíacas. La American Heart Association (http://www.mylifecheck.heart.org/ , en inglés, traducible) lo recomienda en sus "Lista de 7 puntos importantes" para prevenir enfermedades del corazón.
El sol
Recordar que el efecto del sol es acumulativo. De acuerdo con las indicaciones de la OMS, hay que protegerse siempre con filtros de graduación adecuada al color de piel, usar sombrero y anteojos oscuros y no exponerse en las horas del mediodía ni siquiera con protección. Para controlar si la hora es buena basta con colocar un palito en la arena o la tierra. Si la sombra es bien larga se puede tomar sol, si es corta no.
La compañía
Rodearse de gente que uno quiere, con intereses comunes, activa y divertida asegura buenos momentos que a su vez garantizan buen ánimo y, como consecuencia, mejor salud. Esto implica también saber apartarnos de quienes sentimos que nos hacen mal, que son mala influencia o que nos deprimen.
La actividad
La gente que vive mejor es la que no se jubila nunca. Y jubilarse no tiene que ver con la edad sino con la actitud. La actividad, sea cual fuere, es garantía de salud. El trabajo, el voluntariado, el deporte, el arte, las manualidades, cualquiera o todas ellas juntas sirven. Como todo lo que no se usa se atrofia, el cuerpo y el cerebro deben estar activos para brindar bienestar.
La gratificación
Estar con las personas que amamos y buscar lo que nos produce placer es una forma sencilla de mejorar nuestra calidad de vida. Aprovechar cada ocasión para disfrutar de paseos interesantes, buenos espectáculos, escuchar música, reunirnos con gente estimulante o tener momentos de paz y tranquilidad nos brinda momentos irreemplazables de felicidad con su consecuente reflejo en el estado general.
El humor
Tomar la vida con humor es el mejor recurso de la gente inteligente. Cada vez que surja una decisión difícil, un problema o algo complicado conviene detenerse y pensar "¿Y si trato de reírme de esto?" En cada situación, por brava que sea, hay un aspecto risueño y encontrarlo definitivamente ayuda porque se libera la tensión lo que a su vez hace ver todo más positivamente.
¿Cuál es tu manera de vivir mejor?