La esperanza es una actitud saludable,
pues esperar con ilusion lo bueno
trae alivio a la mente y al corazon.
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Los cristianos tenemos una esperanza
que es un ancla para nuestras almas.
Nuestra relacion con Jesucristo
nos acerca al trono celestial,
donde podemos echar todas nuestras
cargas ante un Dios todopoderoso.
Ademas, podemos aferrarnos a El
en las pruebas que enfrentemos.
Por su gran amor, el Señor da fuerza al
cuerpo cansado, paz al espiritu ansioso,
y consuelo al corazon afligido.
Es decir, ilumina ese oscuro tunel y
nos guia tiernamente en medio de
las situaciones dificiles.
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el ancla simbolizaba seguridad y firmeza.
El escritor de Hebreos uso la palabra
para recordar a los creyentes
que Dios ha dado una esperanza que
se mantiene firme en cualquier tormenta.