Creo en el amor como en la experiencia más maravillosa de la existencia y como generador de toda clase de alegría; y en el amor correspondido como en la felicidad misma. Pero no fui educado para él, ni para la felicidad, ni para el placer. Porque fui advertido malamente contra la entrega y el gozoso abandono que supone.
Cada día, entonces, todavía, es una ardua conquista, una transgresión, una desobediencia debida a mí mismo, una porfía. La laboriosa tarea de desaprender lo aprendido, el desacato a aquel mandato primario y fatal,...
Ay Stefy,lloré mucho con éste fabuloso escrito de nuestro gran
actor, Oscar Martínez, y gran
persona, debe tener mi edad, y lo
que dice es real, la generación
de mis abuelos criaron a sus hijos
así, y por ende (sus hijos),
nuestros padres ,intentaron
criarnos a nosotros de la misma
manera,(mi papá no, mamá si)),
a muchos les afectó, como
parece que le pasó a este hombre,
aunque tiene carácter fuerte, es
probable que se refiera en general
a nuestra generación,y no a él, porque somos
de la época de los años 60, la
época de los Beatles, nos llamaban
"los rebeldes", porque creamos
una nueva vida para nosotros,
en total libertad, pero a los
débiles de carácter les afectó la
actitud de los padres; vos creo
que sos también de esa época, verdad?,fué maravillosa, nos
divertimos mucho, pero sanamente,
no como ahora que no sabe la juventud
lo que es la buena diversión.
Por eso me emocioné tanto al leerlo,
si no te molesta lo reenviaré a algun@s amistades, gracias Stefy,
me hiciste retroceder a mi época
del secundario, que lo terminé
en el 65,y hasta el 75, mas o menos
fué nuestra "época de oro".
Besotes, Cristina.-
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