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General: Que me palpen de armas
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: stefy1945  (Mensaje original) Enviado: 05/02/2011 01:34
Que me palpen de armas
 
 
Que me palpen de armas

Creo en el amor como en la experiencia más maravillosa de la existencia y como generador de toda clase de alegría; y en el amor correspondido como en la felicidad misma. Pero no fui educado para él, ni para la felicidad, ni para el placer. Porque fui advertido malamente contra la entrega y el gozoso abandono que supone.

Cada día, entonces, todavía, es una ardua conquista, una transgresión, una desobediencia debida a mí mismo, una porfía. La laboriosa tarea de desaprender lo aprendido, el desacato a aquel mandato primario y fatal, aquel dictamen según el cual se gana o se pierde, se ama o se es amado, se mata o se muere.

La vida, por lo tanto, no me ha endurecido. Ese sea tal vez mi mayor logro. Que me palpen de armas. Dejo a un lado, si es que alguna tuve o me queda, toda arma que sirva para volverse temible, para someter, para acumular, para ser poderoso, para triunfar en un mundo de mano armada en el que la felicidad se compra con tarjeta de crédito.

No quiero que la lucidez me cueste la alegría ni que la alegría suponga la negación o la ceguera. Pero no me es fácil. Me cuesta vivir a contratiempo, con la sensación de ser testigo de un desatino histórico gigantesco, de un extravío descomunal, tan irracional, absurdo o desolador como la bomba de neutrones. No entiendo al mundo. Me parece, como dice Serrat, que ha caído en manos de unos locos con carnet. Me siento ajeno a la debacle pero en medio de ella.

Mi vida es apenas un instante en el océano del tiempo y es como si quisiera que ese instante fuera sereno y hondo en medio de una ensordecedora discoteca o de un holocausto definitivo siempre a punto de estallar. Me desazona la banalización de la vida, la ostentación, la deshumanización salvaje de los poderosos, la aceptación y el elogio del "sálvese quien pueda", la práctica y la prédica del desamor y de la histeria. Me descorazona la idiotez colectiva, la idealización de lo superfluo, el asesinato de la inocencia, el descuido suicida de lo poco que merecería nuestro mayor esmero, el desconocimiento o el olvido de nuestra propia condición.

Me conmovió no hace mucho que el cosmólogo Sagan, en un artículo extenso, escrito como desde un punto perdido en el infinito del espacio, desde el cual el mundo se observa como una bolita cachuza, terminara diciéndonos: "besen a sus hijos". Escuchemos a esos hombres; sigámoslos, leamos a los poetas; no permitamos que el misterio de la existencia deje de estremecernos cada día, porque es el costo más alto que podemos pagar por nuestra necedad y nuestra omnipotencia.

La vida de un árbol merece nuestra devoción y nuestro más grande regocijo. Al amparo gozoso de su sombra, acariciados por la tibieza de la luz del sol y abrumados por el sonido mágico e irrepetible de su follaje mecido por la mano invisible del viento, estaremos a salvo de la alienación y de la orfandad; siempre y cuando seamos capaces de apreciar esa gloria, mientras nos sea posible, y de reconocer en ella nuestra mayor riqueza.

Que la muerte no nos hiera en vida, que la ferocidad no nos pueda el alma, que nada troque nuestra dicha de estar despiertos, que una caricia nos atraviese como una flecha jubilosa y radiante. Besemos a los que amamos, amémosnos.


Oscar Martínez - actor argentino
 




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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: cristi 07 Enviado: 05/02/2011 06:00
Creo en el amor como en la experiencia más maravillosa de la existencia y como generador de toda clase de alegría; y en el amor correspondido como en la felicidad misma. Pero no fui educado para él, ni para la felicidad, ni para el placer. Porque fui advertido malamente contra la entrega y el gozoso abandono que supone.

Cada día, entonces, todavía, es una ardua conquista, una transgresión, una desobediencia debida a mí mismo, una porfía. La laboriosa tarea de desaprender lo aprendido, el desacato a aquel mandato primario y fatal,...
 
 
 
Ay Stefy,lloré mucho con éste fabuloso escrito de nuestro gran
actor, Oscar Martínez, y gran
persona, debe tener mi edad, y lo
que dice es real, la generación
de mis abuelos criaron a sus hijos
así, y por ende (sus hijos),
nuestros padres ,intentaron
criarnos a nosotros de la misma
manera,(mi papá no, mamá si)), 
a muchos les afectó, como
parece que le pasó a este hombre,
aunque tiene carácter fuerte, es
probable que se refiera en general
a nuestra generación,y no a él, porque somos
de la época de los años 60, la
época de los Beatles, nos llamaban
"los rebeldes", porque creamos
una nueva vida para nosotros,
en total libertad, pero a los
débiles de carácter les afectó la
actitud de los padres; vos creo
que sos también de esa época, verdad?,fué maravillosa, nos
divertimos mucho, pero sanamente,
no como ahora que no sabe la juventud
lo que es la buena diversión.
Por eso me emocioné tanto al leerlo,
si no te molesta lo reenviaré a algun@s amistades, gracias Stefy,
me hiciste retroceder a mi época
del secundario, que lo terminé
en el 65,y hasta el 75, mas o menos
fué nuestra "época de oro".
Besotes, Cristina.-
 
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