El templo de los tigres
En el año 1999, la gente de un pueblo de la provincia tailandesa
de Kanchanaburi, se encontró a dos bebés tigres abandonados,
en el bosque, pues sus padres habían muerto a manos de los
cazadores furtivos.
A los tigres se les amaestra para ser dóciles, y se les da de comer
la carne cocida, para que no desarollen el gusto a comer sangre.
El templo se ha convertido en un sitio turírtico y en un centro donde
se preservan los animales, a modo de santuario.
Los monjes cuidan que los tigres no se comporten de manera violenta.
El templo se mantiene de los donativos que hace la gente, por ejemplo
al fotografiarse con los tigres.
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