Álvaro, 4 años
Una noche su mamá le hizo una tortilla para cenar y se fue al salón a ver la tele. A los cinco minutos fue Álvaro al salón y su mamá le preguntó: «¿Ya te has comido la tortilla?». Y Álvaro le respondió: «Sí, mamá, pero no mires en la basura».
Luis, 5 años
Un día fue al Pilar de Zaragoza y su madre le dijo que rezara a la Virgen. Y Luis, muy convencido de a quién quería rezar, dijo: «Yo no le rezo a la Virgen, yo quiero rezarle al señor colgao».
Juan, 3 años
Estaba su abuela ayudándole a hacer pis y Juan la salpicó toda, y ella le dijo: «¡Juan, pero mira cómo me has puesto!». Y Juan le contestó: «¡Abuela, como tú no tienes pito, no sabes cómo funciona esto!».
Andreu, 4 años
Andreu acompañó a su madre embarazada de ocho meses a hacerse una ecografía. Cuando salió el bebé en la pantalla, la ginecóloga le dijo: «Mira, Andreu, éste es tu hermano Albert». Andreu preguntó: «¿Y qué está haciendo?». La ginecóloga le contestó: «Está nadando». Y Andreu se volvió hacia su madre y le dijo sorprendido: «¡Mira, mamá, Albert ya nada sin manguitos!».
Pablo, 3 años
Un día, cuando volvió del cole, les dijo a sus padres: «La profe está muy contenta con todos los nenes». «¿Y cómo lo sabes?», le preguntaron sus padres. Pablo respondió: «Porque nos lo ha dicho hoy». Sus padres le siguieron preguntando: «¿Y qué es lo que os ha dicho?». Y Pablo contestó: «¡Contenta me tenéis todos!».
Gonzalo, 3 años
Un día le dijo su abuela: «Gonzalo, me ha dicho un pajarito que el otro día en el cole...». Y sin dejar que acabara de hablar, Gonzalo le soltó: «¡Qué manía con los pajaritos que dicen cosas!».
Samuel, 5 años
Estaba Samuel discutiendo con su hermana de 7 años, y su madre le escuchó decir: «¡Que te doy un puñetazo!». Su madre le riñó: «Samuel, las cosas no se solucionan pegando, sino hablando». Y Samuel contestó: «Pero si yo estoy hablando, le estoy diciendo que si no me devuelve el juguete, le doy un puñetazo».
Álvaro, 4 años
Estaba con sus padres en la puerta de un parque de atracciones para sacar las entradas. Los niños a partir de 4 años ya pagaban, y sus padres le dijeron: «Si te pregunta el de la puerta, le dices que tienes 3 años y así no tienes que pagar». Y entonces Álvaro se puso a llorar desconsolado y dijo: «¡¡Yo no quiero ser gratis!!».
Clara, 8 años
Su padre le preguntó un día, antes de Navidad: «¿Ya le has escrito la carta a Papá Noel?». Y Clara respondió: «¿Para qué? Si siempre me trae lo que él quiere, va a su bola».
Uriel, 3 años
Un día Uriel estaba con sus padres en la terraza del bar que ellos tienen y, sin venir a cuento, Uriel le dijo a su padre: «Papá, hay que comprarte unos cojones, que mamá dice que no tienes».
|