Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre
por su aniversario e irónicamente manda preparar
una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, manda entregar el presente,
que es recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante,
ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.
Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores,
y la devuelve con un papel, donde dice:
“Cada uno da lo que posee”.
Así que, no te entristezcas con la actitud de algunas personas;
no pierdas tu serenidad.
La rabia hace mal a la salud,
el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.
Domina tus reacciones emotivas.
Sé dueño de tí mismo.
No arrojes leña en el fuego de tu aborrecimiento.
No pierdas la calma.
Piensa antes de hablar y no cedas a tu impulsividad.
“Guardar resentimientos es como tomar veneno y
esperar que otra persona muera”.