verdad es la única justificación de nuestra existencia.
Todas nuestras actividades deberían estar centradas
en la verdad. La verdad debería ser nuestro aliento de vida. Una vez que el
peregrino llegue a esa etapa de su evolución, l
as demás reglas del correcto vivir surgirán sin esfuerzo,
siendo instintiva la obediencia a tales reglas. Sin embargo,
sin la verdad sería imposible observar ninguna regla o principio de vida