Cuando estés perdido bajo un cielo triste y gris
y nada, nada te haga feliz,
pon tu pensamiento en mí y nómbrame sin más,
recuerda que siempre tendrás mi amistad.
Háblame, búscame y al lugar que quieras iré,
a tu lado, allí estaré.
Todo lo que tienes que hacer,
es sentir que no te olvidé,
soy tu amiga, sí, tu amiga fiel.
Cuando estés vencido y en ti no encuentres paz
y al dolor te entregues por los demás,
mira dentro tuyo y allí me encontrarás,
soy esa pequeña luz de amistad.
Háblame, búscame, y al lugar que quieras iré,
a tu lado siempre, allí estaré.
La distancia no existirá, para este cariño jamás
soy tu amiga, sí, tu amiga.
Ya sabes que en mi alma tienes lugar
un puerto donde llegar, abierto para tus sueños,
tus penas y sentimientos, y yo te lo ofrezco.
Háblame, búscame, y al lugar que quieras iré,
a tu lado siempre, allí estaré.
Todo lo que tienes que hacer es
sentir que no te olvidé,
soy tu amiga, sí, tu amiga fiel.
Autor: Carole King