
Quiero abrazarte tanto, con la conciencia en el pecho y en lecho el corazón, con el sabor de estrujarnos y mojarnos a ciegas, con la lluvia que venga a cobijarse en la piel para secarse de una vez en la paz que nos riega.
Quiero abrazarte tanto, que más tendría que invertarlo y recitarlo en los besos que viven adentro el clima de afuera, y abrir las compuertas de mi sangre para rozarlas del aire de tus venas cuando vienes poema y poema me haces.
Esencia

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