de plenitud, unidad y compañia, que borre definitivamente toda cicatriz de dolor.
Todo atisbo de sufrimiento inùtil"
A veces cuando estoy triste y los infortunios amorosos se empeñan en meterse por mi ventana, no puedo dejar de cuestionarme esa rara relacion entre amor y felicidad y digo
Quien es aquel que puede decir, que ese dolor en el estomago cuando no està, o esas noches de insomnio, o que los celos, o la incertidumbre permanente, sin dejar de lado la añoranza y la perpetua espera, se parecen en algo a la felicidad
Es ahi entonces cuando decido poner toda mi energia en mis obligaciones, en el enriquecimiento cultural y en la diversiòn. Pero despuès de largas jornadas, llena de papeles y corridas, por la noche, ya en mi cama, donde todas nuestras cavilaciones adquieren proporciones descomunales.
Descubro que prefiero el dolor en el estomago a la soledad, la incertidumbre al desasociego.
Prefiero abrazar el sueñode que esa persona aparezca en el momento justo, y que con un beso o una caricia borre todos esos sentimientos fatales que la soledad muy gentilmente me ha regalado, al trsite y frio invierno de mis sàbanas.
Es por eso que siempre caigo en el error, o en el acierto, de volver a querer o volver a enamorarme.
Elijo caer rendida ante unos hermosos ojos pardos, a quedarme sola atesorando aquellas cicatrices que entristecen mi corazòn, macerando asi tanto sufrimiento inùtil.
Aquellos que nos han causado tanto mal no merecen otro castigo que esa elevaciòn de plenitud personal que solo puede darnos el unico y verdadero amor.