EL JUICIO FINAL - DETALLE .
Miguel Ángel se retrató como San Bartolomé. El santo aparece representado en el momento de su martirio, cuando le fue arrancada su piel. El genio había superado los 60 años y no siempre recibió el trato debido. El... santo dirige hacia Cristo una mirada llena de reproches que hacen de este autorretrato un análisis del estado de ánimo del maestro conforme envejece. Y es que Miguel Ángel se sentía explotado y financieramente estafado por Julio II. Además, en la zona inferior, donde el concelebrante tiene forzosamente que dirigir su mirada durante la misa, compuso parte de su particular infierno, el lugar donde caen las almas que Dios no salva en su Juicio. En este espacio está retratado nada menos que el maestro de ceremonias pontificio, Biagio de Cesana. Fue especialmente crítico con la obra, compuesta por cuatrocientos desnudos que causaron todo un impacto por presidir un espacio tan sacro. Miguel Ángel se vengará del poderoso clérigo retratándolo a las puertas del infierno con cuernos y orejas de burro. Biagio reclamó al Papa tamaño insulto y este, ardoroso seguidor de Miguel Ángel, le vino a decir:
"Querido hijo mío, si el pintor te hubiese puesto en el purgatorio, podría sacarte, pues hasta allí llega mi poder; pero estás en el infierno y me es imposible. Nulla est redemptio." (Tu salvación es imposible).