La construcción se inició en 1125 por iniciativa del primer obispo de Stavanger, Reinaldo, quien según las sagas literarias era un misionero inglés proveniente de Winchester, la sede del obispado de San Svinthun, quién es hoy la patrón de la ciudad y por este motivo, el primer nombre que recibió la catedral fue el de San Svithu. Declarada Stavanger, en ese momento, como sede episcopal, hasta hoy en día.
La catedral del siglo XII es una mezcla de estilo románico y gótico, se caracteriza por sus dos torres cuadradas, su imponente fachada y su amplio pórtico. En 1272, la catedral fue devastada por un incendio, lo que obligó a su reconstrucción en 1276 por orden del obispo Arne, quién incluyó un nuevo coro de estilo gótico ornamentado, el cual contrasta con la sencillez de su nave.
En años posteriores, la iglesia cambió su aspecto en otra obra, pero no fue hasta el siglo XX cuando se devolvió su aspecto medieval y así ha llegado hasta nuestros días.
En el interior, destaca púlpito barroco de 1658 de Anders Smith, repleto de detalles, la pila bautismal gótica del siglo XIII, y justo a su lado, el coro con una increíble vidriera moderna.