Este edificio, diseñado por el célebre Frank Lloyd Wright, tiene su origen en la determinación de una familia judía asentada en Nueva York a comienzos del s.XX, la familiaGuggenheim, por mostrar al público la excepcional colección que, desde tiempos de Simón (el primer coleccionista de la familia), se había ido reuniendo.
Será Solomon Guggenheim
quien continúe con la labor iniciada por su hermano y decida crear un
museo, de forma que, a partir de 1937, la colección comience a ser
expuesta en diversas sedes alquiladas a tal efecto.
Tras la II Guerra Mundial se le va a encargar a Wright la creación de un edificio
para la gran colección que ya tenían en esos momentos, llevando a cabo
éste las obras de 1956 a 1959 con una total libertad de acción.
El edificio
resultante es una construcción formada por dos bloques bien acomodados
al entorno en el que se insertan y destinados a fines diferentes (uno
para la colección y otro para los servicios del museo). Debería haber
habido al parecer un tercer bloque, decidido por Wright junto con la familiaGuggenheim, que no se llegó a construir.
Este edificio
lo que plantea es el desarrollo extremado de una galería, aunque en
forma helicoidal, lo que ofrece la posibilidad de una luz cenital que
lleve iluminación a todas las plantas, principalmente al exterior del
perímetro (para el interior, se recurrió a la luz artificial).
Es
ésta una hermosa creación de vanguardia, en lo que a la arquitectura se
atiene, que conjuga las ideas de perfección del círculo con las
corbusianas. Sin embargo, desde el punto de vista del tránsito de los
visitantes, por ejemplo, plantea problemas puesto que la forma de
espiral ascendente obliga a una sola e incómoda circulación.
Conocerá
de todas las maneras imitaciones posteriores e incluso una ampliación,
llevada a cabo por Siegel y destinada a albergar las colecciones
permanentes, aunque la mayor importancia de este edificio es la otorgada por el hecho de que, discutible o no su validez, inaugurará el concepto de "cadena de museos".