La familia Bach.
En Mühlhausen formó su nido familiar: en octubre de 1707 se casó con su
prima en tercer grado Maria Barbara, hija del músico Johann Michael
Bach, a la que había conocido en Arnstadt. De ella tendría siete hijos,
de los cuales fueron apreciados compositores los dos primeros: Wilhelm
Friedemann (1710-84) y, singularmente, Carl Philipp Emmanuel (1714-88),
quien contribuyó de manera notable al desarrollo de la sonata. En junio
de 1708 se estableció en Weimar como organista y músico de cámara de la
capilla palatina del duque regente Wilhelm Ernst; hasta 1717 desempeñó
tales cargos, a los que en 1714 se añadió el de Konzertmeister,
o sea violín solista de la orquesta y vicemaestro de capilla del
conjunto orquestal de palacio. En 1717 dejó la corte de Weimar y se
dirigió a la del príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen, donde recibió el
cargo de Kapellmeister.
En
1720, al regresar de un viaje realizado a Karlsbad con el príncipe,
halló muerta a su mujer; la pérdida provocó en Bach un dolor muy
profundo, cuya sinceridad no debe ponerse en duda aun cuando sólo dos
años después, inquieto por la suerte de los cuatro hijos que le
quedaban de los siete habidos, se uniera en segundas nupcias con Anna
Magdalena Wilcken. La nueva esposa, bien dotada musicalmente (sobre
todo para el canto), le resultó no solamente inmejorable compañera,
sino también colaboradora artística (conservamos de su mano la copia de
varias composiciones del marido). De ella tendría trece hijos más, el
último de los cuales, Johann Christian (1735-82), denominado el Bach
milanés o londinense por razón de los lugares en los que desarrolló su
principal actividad, compuso obras muy apreciadas en un estilo algo
italianizante que no dejó de influir en Mozart, y disfrutó de una fama
superior a la de su padre. En la imagen, estampa familiar de Bach con
tres de sus hijos, posiblemente Gottfried Heinrich, habido en su
segundo matrimonio con Anna Magdalena, y Carl Philipp Enmanuel y
Wilhelm Friedemann, de su primer matrimonio con Maria Barbara.
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