Seis meses de preparación,
búsqueda de localizaciones y rodaje y otro año de posproducción en el
Reino Unido fueron necesarios para recrear el mundo en el que se
desenvolvían las criaturas de Caminando entre monstruos,
una época de la historia de la Tierra en la que la evolución puso en
ella criaturas y plantas tan extraordinarias que nadie creería que se
encontraba en este planeta.
Los fondos marinos de Tenerife con su roca volcánica pelada -grabados por las cámaras submarinas de Mike Pitts y Peter Thorn, ganadores del Emmy por sus trabajos Planeta azul y La vida privada de las plantas-, son el paisaje en el que se mueven estos monstruos, en los que el documental se introduce literalmente para mostrar quién proporcionó a los seres humanos su primer miembro, el corazón e, incluso, el cerebro, concluyendo una reconstrucción épica de la vida prehistórica en la Tierra. |