Sabes que nunca te pido nada.
Sabes que te quiero.
Que siempre que voy a Sevilla voy a verte.
Y te miro y lloro al mirarte, no te rezo; te hablo.
Desde muy chiquitita de la mano de mi tio Paco iba a visitarte y algo me tocabas dentro de mi alma que sin creer creia
Si, creia en ti, en el influjo que ejercias sobre mi. Siempre lo achaqué al haber nacido a dos calles de donde tu vivias.
Mi hicistes ser "capillita". Soy y he sido siempre tu niña rebelde.
Pero ¿verdad que siempre voy a verte?
Yo, y mis contradicciones.
Pero ya no te canso más, aunque tu sabes que te molesto muy poco, pero hoy quiero pedirte algo;
Pon buena a Naiara ¡es tan pequeñita!
No quiero hacerte chantaje, pero si la curas te prometo ir a darte las gracias a tu casa, que hace tiempo que no voy.
De verdad, amigo, Padre del Gran Poder ¡¡TU PUEDES!!
Amalia