La casa Vicens,
realizada entre 1878 y 1880, es la primera obra de Gaudí, tomando como
fuente de inspiración las plantas y las flores que crecían en el solar
antes de iniciarse la construcción. Entre 1883 y 1888 levanta en
Comillas el Capricho. El estilo de
la villa es experimental, utilizando arabescos y formas arborescentes y
cavernosas, y anuncia la obra futura del arquitecto en Barcelona.
Eusebi Güell no dudó en utilizar al joven Gaudí como arquitecto para
realizar su palacio urbano en Barcelona.
En el centro del palacio encontramos un salón de descomunal altura
-superior a tres pisos- coronado a los 17 metros y medio con una
espectacular cúpula perforada, creando un efecto de grandiosidad
difícilmente superable. El obispo Grau será quien encargue a Gaudí los
diseños del Palacio Episcopal de Astorga.
El joven arquitecto construye un edificio dentro del estilo neogótico,
tomando elementos de Viollet-le-Duc. Entre 1888 y 1894 Gaudí alza el Colegio de las Teresianas, concebido
como una estructura de cuatro pisos, compacta y austera por el
exterior, reservando para el interior soluciones más transparentes y
ligeras. En León construye la Casa de los Botines, edificio que al exterior se presenta como un gran bloque pétreo, rematado con los pináculos de las torres. La Cripta de la Colonia Güell
es un hito dentro de la producción de Gaudí. El interior presenta una
curiosa planta central ovalada. En el centro dispuso cuatro magníficos
pilares con fustes y capiteles de basalto. Para los nervios que
sostienen las cargas Gaudí empleó diferentes tipos de ladrillo. En la Casa Calvet nuestro
arquitecto se aleja de los estilos de referencia habituales en su
primera producción -mudéjar y gótico- para crear una fachada más
discreta, dentro de una línea barroca temperada. La Torre Bellesguard es
un canto al pasado de Cataluña y a la catalanidad. Su apariencia es la
de una fortaleza con muros ribeteados con almenas y aspilleras, camino
de ronda siguiendo el perímetro de las cubiertas de formas piramidales
y torre fortificada. En 1899 el industrial Eusebi Güell decidió la
compra de una finca para dar forma a su proyecto de construcción de una
Ciudad Jardín, que contaría con un total de sesenta parcelas
urbanizables. En el Parque Güell,
Gaudí proyectó una compleja red viaria que cruzaba y salvaba las
pendientes de la finca. Dotó al complejo de un mercado cubierto, una
gran plaza y diferentes parcelas. En 1904 emprende la reforma de la Casa Batlló,
resultando una construcción completamente nueva, en un estilo
revolucionario y atrevido para su tiempo, poniendo Gaudí de manifiesto
su particular estilo dentro del Modernismo. En la Casa Milà,
Gaudí propone una fachada en constantes ondulaciones y oberturas,
otorgándole ya por sus contemporáneos, y en sentido peyorativo, el
sobrenombre de La Pedrera (La Cantera). El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona
es una obra compleja dentro de la misma plástica de Gaudí. Encierra
todo un proceso evolutivo del modernismo gaudiano, desde que en 1884 se
hizo cargo de las obras. El proyecto preveía cinco naves, cuatro
fachadas monumentales que daban a la nave central y a los brazos del
transepto y un gran cimborrio como culminación, predominado la idea de
la verticalidad.