Pedro II, llamado el católico tras participar en Las Navas de
Tolosa (1212), acabó de configurar las fronteras aragonesas
conquistando la zona entorno a Rubielos de Mora, y también continuó con
su influencia y posesiones al otro lado del Pirineo, sobre todo al
casarse con María de Montpellier e incorporar a la Corona ese
territorio, pero finalmente toda esta red de uniones y de vasallaje se
vino abajo en su reinado.
La ofensiva lanzada por Francia para unir esos
territorios del sur a la corona halló un magnífico apoyo en el espíritu
de cruzada que se había predicado contra los albigensesSimón de Monfort
fue quien dirigió la lucha contra esta herejía de intereses políticos y
sus principales oponentes fueron el conde de Tolosa y el rey de Aragón,
Pedro II, que asumió la defensa de sus señores y vasallos en el Midi. y la herejía cátara.
A
pesar de los esfuerzos diplomáticos de Pedro II que incluso intentó
casar a su hijo, el futuro Jaime I, con una hija de Simón de Monfort,
finalmente se produjo el enfrentamiento en la batalla de Muret
en 1213. En esta ciudad cercana a Toulouse cayó muerto el rey aragonés
y a partir de este momento sus sucesores se verán obligados a renunciar
a todos los lazos de vasallaje con los condes franceses.
CONSECUENCIAS DE
LA BATALLA DE MURET .
Por : oszerrigueltaires
Muret
supone el fracaso y abandono de las ambiciones de la Corona de Aragón
sobre los territorios más allá de los pirineos y, según Michel Roquebert, el final de la posible formación de un poderoso reino aragonés-occitano (La Gran Corona de Aragón) que hubiera cambiado el curso de la historia.
Monolito en forma de obelisco que recuerda la batalla de Muret.
Simón de Montfort
recibe los vizcondados de Carcasona y Béziers, el condado de Tolosa y
el ducado de Narbona, pero cinco años después –el 1218- Montfort muere
al recibir una pedrada lanzada por mujeres defensores de las murallas
de Tolosa; un mes después, su hijo levanta el asedio de Toulouse y el
1224 tiene que ceder sus posesiones occitanas a la dinastía francesa.
Pedro el Católico
excomulgado por el Papa que lo coronó, permaneció enterrado en los
Hospitalarios de Tolosa, probablemente en la iglesia del Priorato
dedicada a San Remigio y San Juan; hasta que el 11 de febrero del 1217,
Honorio III acepta la solicitud del rey Jaime I de Aragón y el prior de
la Orden del Hospital, a cambio de que no interviniesen militarmente en
los asedios de Tolosa, autorizando el traslado de sus restos, junto con
otros nobles, al panteón real de la Capilla de San Pedro del monasterio
hospitalario de Santa María de Sigena, en Huesca. El rey Pedro quería
ser enterrado en este monasterio.
Según la “Crónica de San Juan de la Peña”:
“Fue
soterrado en el monesterio de Sixena, el qual su madre Doña Sancha avía
hedifficado et stablido convento de mulleres de la orden del Spital de
Iherusalem”.
MONASTERIO DE SIGENA Y PANTEÓN REAL DE LOS REYES DE ARAGÓN .
De camino al
monasterio de Sigena, los restos del rey Pedro II de Aragón fueron
cobijados en el monasterio-hospital de Santa Cristina de Somport hasta
que subieron las monjas de Sigena a buscarlos. Lo introducen en la
sepultura con una espada entre los brazos.
La historia de su
tumba pasa por diferentes avatares, y los pocos restos que quedan de él
son enterrados en el cementerio común del monasterio. Hoy el sepulcro
se encuentra vacío.
SIMÓN DE MONFORT .
( 1160/1165 -1218 ) .
Simón de Montfort
mantenía aún en custodia a Jaime, el heredero del reino de Aragón, que
había quedado el mismo 1213 huérfano de padre y madre, al morir también
la reina María de Montpellier ((?, c.
1181-Roma, 1213) Reina de Aragón. Hija de Guillermo VIII de
Montpellier. Casada en terceras nupcias con Pedro el Católico (1204),
éste intentó divorciarse para contraer matrimonio con María de
Montferrato. En un breve período de reconciliación del matrimonio fue
engendrado el infante Jaime (1208), futuro Jaime el Conquistador )
. Ante esta situación, los nobles de la
Corona de Aragón piden a Simón la restitución del joven heredero, y
envían a Roma una embajada del reino para que intervenga delante de
Inocencio III. Éste exige a Montfort la devolución de Jaime, la cual se
hace efectiva a una delegación del reino en Narbona, en la primavera
del 1214, entre los que se encuentra Guillermo de Montredón, Maestre de
los Templarios en Aragón, que será el encargado de la tutela de Jaime
I, siendo educado en Monzón como rey hasta la mayoría de edad, que le
es reconocida el 1218, cuando cumple los 10 años de edad.
EL PAPA INOCENCIO III
( 1161 -1216 ) .
En poco tiempo,
las tierras occitanas pasan de depender directamente de la Corona de
Aragón a depender de la Corona de Francia, aunque el recuerdo y el
sentimiento en Occitania de la posible y viable “Gran Corona de Aragón”
de Pedro el Católico, sentimentalmente no desaparece con él, pero el
nuevo rey Jaime I de Aragón no tiene ningún plan de expansión de la
Corona por el Mediodía, sino por el Mediterráneo; aún más, el 1226 dita
un documento -a petición del legado papal y el rey de Francia- por el
que renuncia oficialmente a ayudar a los rebeldes occitanos.
JAIME I EL CONQUISTADOR
( 1208 - 1276 )
Mapa de Europa de 1235. Aragón existe.
El Tratado de Corbeil suscrito por el rey francés Luis IX y el rey
aragonés Jaime I, el 11 de mayo del 1258, supone la renuncia del rey de
Aragón de sus derechos en la mayor parte de las tierras occitanas:
Carcasona y el Carcasés, el Rasés, Laurac y el Lauragués, Termes y el
Termenés, Minerve y el Menerbés, Fenouillet y el Fenouillèdes, el
castillo de Peyrepertuse y su tierra, Albi y el vizcondado del Albigés,
Rodés y Rouergue, Cahors y el Quercy, la ciudad de Narbona y su ducado,
los castillos pirenaicos de Puilaurens, Quéribus, Castelfizel y la
tierra de Sault, el vizcondado de Grèzes, el Agenés y el Condado
Venaissi, el condado de Foix, el marquesado de Provenza y las ciudades
de Arlés, Aviñón y Marsella y sus alrededores.
LUIS IX DE FRANCIA .SAN LUÍS
( 1214 -1270 )
La Corona de Aragón mantiene sus derechos sobre los señoríos de Montpellier, Carlat y Omeladés, no
obstante el año 1349 se incorporan a Francia. Luis IX renuncia de los
viejos derechos feudales sobre los condados de Barcelona, Urgel,
Besalú, Ampurias, Conflent, Vic, Girona, Osona, Rosellón y Cerdaña.
Además se establece por primera vez una frontera en los Pirineos, las
Corberas, el Rosellón y la Cerdaña. Peyrepertuse, Quéribus, Puilaurens,
Termes y Aguilar, Montségur y otros famosos castillos cátaros, antiguas
fortalezas reales, serán durante cuatro siglos la frontera. Rosellón y
la Cerdaña se incorporan a Francia el 1659, últimas posesiones de la
medieval Corona de Aragón en la otra vertiente de los Pirineos.
Vista actual de la Cité de Carcassonne.
A la derecha, castillo de los condes de Trencavel.