EL REINO DE DAVID Los orígenes del Judaismo ...
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Según el relato bíblico, Dios, a cambio de su fe, prometió a Abraham la tierra de Canaán, futura tierra de Israel, y una progenie numerosa. Así comienza la historia del judaísmo,
una religión que aglutina a cerca de trece millones de fieles en la
actualidad. La historia de los judíos en la antigüedad comienza con su
desplazamiento desde Ur -en Caldea, a orillas del Golfo Pérsico-, a la
Tierra Prometida, en la que se establecen a partir del siglo XIX a.C.
Siguiendo con la Biblia, el nieto de Abraham, Jacob, a quien Dios otorgó un nuevo nombre, Israel, se trasladó a Egipto
con sus hijos y sus familias huyendo de la hambruna. Sus descendientes
fueron esclavizados, hasta que Dios los liberó y, guiados por Moisés, abandonaron Egipto, acontecimiento conocido como el Éxodo. Al llegar al Monte Sinaí, los judíos hicieron un pacto eterno con Dios, quien entregó a Moisés las Tablas de la Ley.
Hacia el año 1200, de nuevo en Canaán, los israelitas se encuentran
divididos en doce tribus. La llegada de los filisteos y la presión de
los amonitas hace que las tribus se unan en torno a una monarquía, siendo Saúl su primer rey. Con David, los reinos de Judá e Israel se unen, y el territorio inicial judío se ensancha con nuevas conquistas, entre ellas la de Jerusalén, convertida en capital. Salomón,
su sucesor, será un monarca valorado por su sabiduría y por el
establecimiento de relaciones con lejanos reinos, como el de Saba. A
la muerte de Salomón el reino se divide en dos estados rivales: Israel,
en el norte, y Judá, en el sur. En el año 722 a.C. Israel será
destruido por los asirios. Lo mismo sucederá con Judá en el 586 a.C.,
asolada por Nabucodonosor, quien destruirá el gran templo de Jerusalén
y deportará a Babilonia a los miembros de las clases altas. Las
siguientes dos centurias corresponden a la dominación persa, una época
de cierta tranquilidad. La paz termina cuando Alejandro Magno conquista Palestina en el año 333 a.C. Sus sucesores continuaron su política de helenización,
imponiendo la cultura griega en sus dominios. Sin embargo, las luchas
internas permitirán la entrada de Roma, a partir del año 63 a.C. Al
principio, los romanos gobernaron a través de una dinastía judía fundada por Herodes el Grande.
Este gobernante se encargará de culminar la reconstrucción del gran
Templo de Jerusalén, casi doblando su tamaño y añadiendo nueva y lujosa
ornamentación. En los primeros años de la Era Cristiana, los gobernadores romanos se enfrentaron a frecuentes rebeliones judías, aplastadas a sangre y fuego. En la fortaleza de Massada,
en el año 73 d.C., casi mil hombres, mujeres y niños se suicidaron para
no rendirse a la X Legión Extranjera Romana. La campaña de Adriano,
seis décadas después, acabó con las últimas resistencias. Jerusalén y
el Templo fueron arrasados, y se prohibió a los hebreos vivir en su
territorio. Comenzó así la Diáspora de los judíos fuera de la Tierra Prometida.
La Diáspora o dispersión, continuada durante siglos, extendió el
judaísmo por todos los rincones del mundo, creando sinagogas y escuelas
judáicas. En Europa, los judíos encontraron acomodo como comerciantes o
prestamistas, pues la usura estaba prohibida para los cristianos.
Masacres y expulsiones fueron frecuentes, y los judíos fueron acusados
de desastres naturales como la mortífera peste negra de 1348. Bajo el
islam, la situación de los hebreos también fue precaria, aunque en
tiempos de tolerancia florecieron como médicos, mercaderes o
científicos.
En España en algunos momentos de la Edad Media , coexistieron pacíficamente las tres religiones . La sinagoga de Santa María la Blanca, en Toledo, es una de las mejores muestras de la herencia judía. El antisemitismo, el odio hacia los judíos, tuvo su punto culminante en el Holocausto nazi.
Entre 1941 y 1945, fueron asesinados dos tercios de los judíos de toda
Europa. Pero las aspiraciones hebreas no acabaron con este desastre sin
precedentes. Un movimiento judío, el sionismo, propugnaba el regreso a
su antigua patria en Palestina. Finalmente, en 1948 sus deseos
cristalizaron con la creación en Palestina del estado de Israel.
Desgraciadamente, si por un lado se ponía fin a 1900 años de privación
de derechos para los judíos, por otro, pese a los repetidos intentos
por lograr la paz, se iniciaba un conflicto aún no solucionado entre
árabes e israelíes. La palabra judaísmo define el conjunto de
normas y tradiciones religiosas del pueblo judío. Como religión, el
judaísmo integra tres elementos esenciales: Dios, la Torá
e Israel. Dios, o Yahvé, estableció una alianza con un pueblo, el de
los judíos o Israel, para que éste extendiera su fe. A cambio de la
preocupación de Dios por Israel, los judíos tienen la obligación de
cumplir las enseñanzas divinas o Torá. La Torá comprende los cinco
primeros libros de la Biblia o Pentateuco. En ellos se recogen los
relatos sobre el origen del mundo, los antepasados de Israel, la
esclavitud en Egipto y su liberación, la recepción de los mandamientos
en el Monte Sinaí y su travesía por el desierto hasta llegar a la
Tierra Prometida. El judaísmo no reconoce la divinidad de Jesucristo,
al que sólo admite como profeta. Por ello, la Biblia es únicamente el
Antiguo Testamento de los cristianos. La vida cotidiana de las poblaciones está regida por diversos preceptos religiosos. El Sabbath,
el día de descanso semanal, es un día festivo en el que está prohibido
realizar cualquier actividad que no sea la oración y el reposo. La cocina kosher
es la elaborada de acuerdo con las normas religiosas, prohibiendo el
consumo de animales considerados impuros, como el cerdo. La circuncisión, a los ocho días de vida, permite a los varones entrar en la comunidad judía y participar de su alianza con Dios. La madurez religiosa
de los muchachos se celebra mediante la ceremonia del bar mitzvah, en
la que un chico de trece años lee por primera vez un fragmento de la
Torá. La fiesta familiar más importante es la Pascua, que conmemora el Éxodo de Egipto. Celebrada con una abundante comida ritual, en ella se recita la Hagadá,
la historia del Éxodo. Muy importantes son también el Yom Kippur -Día
de Arrepentimiento o expiación- y la fiesta de Hannukah
-Reconsagración-. En ésta última, el acto principal es el encendido de
las velas de una pequeña lámpara que recuerda el candelabro de los
siete brazos del Templo de Jerusalén. Actualmente, el mundo judío se divide en tres movimientos principales: el reformista, el conservadorortodoxo,
citados de menor a mayor grado de apertura. Con todo, pese a la
existencia de conflictos internos y tensiones entre Israel y las
comunidades de la Diáspora, es posible concluir que el judaísmo es en
su conjunto una de las religiones más dinámicas y trascendentes de la
actualidad. FUENTE : ARTEHISTORIA.COM
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