Albert Einstein sigue
siendo una figura mítica de nuestro tiempo; más, incluso, de lo que
llegó a serlo en vida, si se tiene en cuenta que su imagen, en
condición de póster y exhibiendo un insólito gesto de burla, se ha
visto elevada a la dignidad de icono doméstico, junto a los ídolos de
la canción y los astros de Hollywood.