MUJERES MATEMÁTICAS
¿Entienden
las Matemáticas de sexos? ¿Son los grandes misterios de las Matemáticas
algo exclusivo de los hombres? ¿Por qué, a lo largo de la historia, hay
tan pocas mujeres que hayan destacado en una disciplina científica tan
antigua?
Aunque
parece que en la actualidad existe un equilibrio entre el número de
chicos y de chicas que estudian matemáticas, esto es un fenómeno
relativamente reciente. Desde luego hace cuarenta años esto no ocurría.
Para
descubrir la presencia de las mujeres en el Universo de las Matemáticas
haremos un recorrido histórico que comienza con el nacimiento de las
matemáticas, con Pitágoras y su mujer Teano, y que continua con Hypatia
en Alejandría, con Madame de Chatelet en Francia y con María Caetana
Agnesi en Bolonia en el siglo XVIII.
Incluso
en el siglo XIX, Sophie Germain tuvo que adoptar la identidad de un
antiguo alumno de la Escuela Politécnica de París, Monsieur Leblanc,
para conseguir los materiales y problemas y para presentar sus propios
resultados y trabajos. Sus trabajos sorprendieron a matemáticos de la
altura de Lagrange y de Gauss. Ya a finales del siglo Sophia
Kovaleskaya sufrió la marginación de la mujer en el mundo académico a
pesar de ser uno de los mejores cerebros de la época.
Sólo
a las puertas del siglo XIX, una mujer Marie Curie va a realizar uno de
los descubrimientos más importantes de la historia de la humanidad, un
descubrimiento que va a cambiar la vida de ser humano en el siglo XX en
muchos aspectos: la radioactividad. Y consiguió algo quizás tan
importante: por primera vez en la historia la humanidad los círculos
científicos abrían sus puertas de par en par a una mujer. Y con ella a
tantas tan injustamente ignoradas durante siglos.