CALDERÓN DE LA BARCA .
Vida , obras y circunstancias .
La
obra de Calderón de la Barca sintetiza el magnífico y contradictorio
siglo XVII , el más complicado de la historia española , testigo de
tres reinados, el de Felipe III , Felipe IV y Carlos II . Vivió también
el siglo de las letras y de las artes que fue también el del lento
declinar de la monarquía hispana .
Lo
que conocemos de su mocedad no es ni honesto ni apacible. Es de un
aventurero, un espadachín, un burlador que, como Cervantes, tuvo que
huir de los corregidores que le acusaban de asesinato. Luego, como los
grandes bandidos griegos, acabó en la clerecía.( Menéndez Pelayo dice
que su vida fue larga, serena y siempre honestamente ocupada . Nada más
lejos de la realidad ) .
Estudió
en el Colegio Imperial de los jesuitas y en las universidades de Alcalá
y Salamanca y le enseñaron a servir al rey como a un dios. Dios
establecía a los reyes y reinaba por medio de ellos.
Triunfó en aquel Madrid de pícaros y de soldados de los tercios de Flandes , como autor de comedias y autos sacramentales .
Calderón
de la Barca, escritor sin fronteras, autor de 130 comedias y 80 autos
sacramentales, " fue —escribe Néstor Luján— un hombre contradictorio,
inconmovible en sus creencias, supremamente angustiado y escéptico,
sensual, tierno, violento y amargo " . Calderón,
ex soldado, veterano de las guerras, utiliza su pluma como espada al
servicio de su señor. En El Alcalde de Zalamea, Pedro Crespo recita:
" Al Rey, la hacienda y la vida se le han de dar, pero el honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios " .
Sin
embargo, al final, sirve más a Felipe II que a Dios, cuando dice que
"bien dada la muerte está", y nombra a Crespo alcalde perpetuo de la
villa. Menendéz Pelayo cree que en esa obra se hace la apología del
municipio español, como hijo glorioso del romano.
Estudió
en el Colegio Imperial de los jesuitas y en las universidades de Alcalá
y Salamanca y le enseñaron a servir al rey como a un dios. Dios
establecía a los reyes y reinaba por medio de ellos.
Para
Calderón, el honor es un valor que sobrepasa a la vida. Escribe
Marcellin Defourneaux: " Como la fe, el honor hunde sus raíces en la
tradición medieval. Lo que la fatalidad era para los griegos, lo es el
honor para los dramaturgos españoles ". En El médico de su honra,
Calderón obliga a un cirujano a sangrar a su mujer hasta que esta muera
porque «el amor te adora; pero el honor te aborrece». El uno mata, el
otro avisa. La deshonra es peor que la muerte.
http://www.elmundo.es/universidad/2006/02/15/campus/1140019424.html CALDERÓN , ESPADACHÍN Y CURA . Por Raúl del Pozo .