Todas las ciudades griegas antiguas contaban con una acrópolis, la parte más alta de la ciudad, que servía como lugar de defensa ante eventuales ataques y santuario para los dioses locales. La Acrópolis de Atenas es la más famosa y su disposición actual data de la época de Pericles, en el siglo V a.C.
Al conjunto de la Acrópolis se accedía por los Propileos, dejando a la derecha el Templo de Atenea Niké y a la izquierda la Pinacoteca. Las dos estructuras principales eran el Partenón y el Erecteión. Estos edificios se complementaban con otros menores como el Recinto del olivo sagrado, el Brauronion o la Calcolteca.
Al recinto se accede a través de una empinada rampa y unas escaleras
que nos acercan a los majestuosos Propileos construidos por Mnesikles,
levantados con mármol blanco del Pentélico. Esta vía ascendente era una
monumental puerta de acceso al recinto, que se iba abriendo a la vista
del visitante a medida que subía los escalones.
El edificio más importante de la Acrópolis es el Partenón, templo
dedicado a Atenea Partenos -Virgen, en griego- la diosa protectora de
la ciudad. Iktinos y Calícrates son los arquitectos que diseñaron este edificio, mientras que la decoración corrió a cargo de Fidias. En el frente observamos ocho columnas de orden dórico, que se repite en las columnas de los laterales. Los relieves del frontón están dedicados a los dioses del Olimpo,
mientras que en las metopas apreciamos cuatro famosas luchas
mitólogicas. En el friso se dispuso la procesión de las Panateneas.
Frente al Partenón se encontraba el magnífico Erecteion, abierto a los
cuatro vientos. El edificio, proporcionado y sutil, combina diversos
lugares de culto relacionados con Atenea. Formando un saliente sobre
una pared desnuda, destaca el bellísimo Pórtico de las Cariátides,
gráciles estatuas de mujer que sostienen sin esfuerzo aparente la
cubierta.
El magnífico recinto de la Acrópolis y el Partenón quedó seriamente
dañado en 1687, cuando los venecianos dispararon un proyectil sobre el
edificio, que en aquellos momentos había sido convertido por los turcos
en un polvorín, tras haber sido anteriormente mezquita.
El Partenón como modelo arquitectónico .
1 2 3 4
5 6
Los
arquitectos neoclásicos tomarán como modelo constructivo uno de los
edificios emblemáticos de la antigüedad: el Partenón, levantado en el
siglo V antes de Cristo por Iktinos y Kallikrates en la Acrópolis
ateniense para albergar la estatua de Atenea Partenos, modelada en oro
y marfil por Fidias.
En Francia Soufflot utiliza este esquema para la construcción de la iglesia de Santa Genoveva, hoy Panteón de Hombre Ilustres, levantada entre 1757 y 1790. Vignon lo repite en la parisina iglesia de la Madeleine, edificada entre 1807 y 1842.
En Inglaterra se emplea el mismo esquema en el Templo de la Concordia y
la Victoria, erigido en Stowe hacia 1748 por Richard Greville, al igual
que Robert Smirke en la fachada principal del British Museum, ejecutado
entre 1842 y 1847.
En Alemania uno de los grandes impulsores de este esquema será Leo von Klenze quien lo empleará en primer lugar en la edificación de la Gliptoteca de Munich, levantada entre 1815 y 1830 y lo perfeccionará en el Valhala del pueblo alemán, erigido entre 1830 y 1842.
En España Ventura Rodríguez no dudará en emplear este modelo en la fachada de la catedral de Pamplona de 1783, de la misma manera que Juan de Villanueva utilizará un esquema similar en la fachada principal del Museo del Prado, la actual puerta de Velázquez, levantada en 1785.
Estados Unidos será uno de los países donde mayor éxito alcanzará la
arquitectura neoclásica. El Capitolio muestra este esquema en sus dos
fachadas, construidas en 1827 por Thorton y Bulfinch, al igual que el
diseño del Banco de Pensilvania realizado por Benjamín Latrobe en 1799.