La yegua que yo montaba
Con la que yo paseaba
en noches de plenilunio.
Una noche se escapó,
se fué camino del monte.
Pasó la noche al relente,
pero estuvo acompañada
de un caballo percherón,
que me la dejó preñada
y casa la devolvió.
Y hoy mi yegua Soberana
es la madre de un potrillo
mas bonito y más gracioso
que en este mundo ha nacido.
Se fue buscando la noche
Y un lucero me ha traido.
A.Medina Garcia
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