Si
todos disfrutamos de una exposición temporal, de un museo,…es en muchos
casos fruto de un gran trabajo por detrás. Uno de los elementos que
más me llama la atención es el embalaje y transporte de las obras de arte.
El
embalaje depende en mayor medida de la distancia que se va a
transportar, si es a nivel nacional o internacional. Si es fuera de
territorio nacional, la Junta de Calificación y Exportación de Bienes Culturales emite el permiso temporal para ello.
Generalmente se utiliza cartón o madera, aunque en los viajes largos es este segundo material el que siempre se utiliza dado su mayor resistencia.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta varios aspectos: material.
Si es más resistente o no. Por ejemplo, no es lo mismo una escultura
que una pintura. Las obras pictóricas no se deben apilar en las cajas
y se tiene que poner énfasis en separar los cantos para que no se
rocen. La escultura, por otro lado, necesita travesaños laterales para
afianzarla dentro de la caja y no se mueva ; peso ; y tamaño. Para calcular el volúmen del objeto y así el medio de transporte.
El transporte se puede afianzar por una serie de embalajes , que depende en gran medida del nivel de delicadeza e importancia de la obra:
* Burbuja de plástico. La obra tiene que estar
totalmente envuelta en la burbuja de plástico, que está forrada con un
material especial que hace que la obra no transpire.
* Petaca. Una vez envuelta en la burbuja de
plástico, se puede introducir en una especie de contenedor con tapa que
la protege mucho más.
* Jaula de madera. Sirve para fijarla y envolverla en láminas de gomaespuma que la protegen de los golpes.
* Caja de madera. Es la más usada, la más
profesional dado su resistencia. Normalmente son usadas para todas las
exposiciones temporales, dado su facilidad de manejo también. Los
clavos de las cajas se sustituyen por tornillos, así no hay
probabilidades de que uno de ellos raje la obra.
Además, estas cajas tienen ciertas características como estar preparadas químicamente para no producir ninguna reacción que pueda lastimar la obra y tener que ser cajas rígidas, que no se deformen en el viaje.
Se hacen auténticos estudios para averiguar el embalaje más apto para
las obras de arte más importantes, creando a veces incluso trajes
especiales para manipularlos.
Todas las obras de arte que salen para una exposición temporal o se trasladas tienen un seguro que cubre ese transporte.
Dependiendo de su valor histórico-artístico, éste puede ser mayor o menos.
Cuando el seguro asciende a más de 30.000 euros se
insta a hacer un concurso público para la adjudicación de la empresa de
transporte, según la Ley de Contratos del Estado.
Todo esto se regular por medidas y normativas para
el transporte de las obras de arte. Éstas regulan la resistencia de
los embalajes, así como una óptima resistencia a las vibraciones y a los cambios térmicos que pueden ser fatales para una obra de arte.
Asimismo, tienen que caracterizarse por tener un ph neutro (como hemos
indicado antes) para evitar problemas de reacciones químicas.
Además, los materiales que usemos para embalar no tienen que cargarse con electricidad estática.
El modo más habitual para el transporte de obras de arte es el avión,
aunque también puede ser terrestre. Cuando es aéreo, tiene que haber
un controlador en la pista para que todo vaya bien y cuando es
terrestre, el coche debe estar preparado, blindado y con la suficiente
seguridad como para que no ocurra ningún incidente.
Casi siempre acompaña a la obra un correo o
correos, que es un especialista del museo o del lugar donde se va a
exponer, y que vela por la seguridad de la obra. Asimismo, de su
seguridad vela la policía nacional, según una Orden del Ministerio de
Interior de 1997.
En este aspecto, y para evitar robos de obras de arte, los seguros juegan un gran papel. Existe la modalidad de la poliza comercial,
con la cual todas las obras que se van a desplazar tienen su propio
seguro según el valor convenido (dado por el prestador y aceptado por
el prestatario). La más habitual de las pólizas es la llamada "clavo a clavo", es decir, desde que la obra se descuelga, pasa por el sitio de exposición temporal y vuelva a casa.
Pero existen multitud de opciones y de especificaciones en este campo, como por ejemplo para evitar ataques terroristas o pólizas que cubren cualquier daño y que conlleva una restauración (la aseguradora pagaría dicha restauración); e incluso hay una modalidad de Garantía del Estado , publicado en el BOE, es el que vela por su seguridad.
Escrito por Kore
http://analizarte.es/2008/01/22/el-embalaje-y-transporte-de-obras-de-arte/