El Cementerio de los asesinos del Frente Popular .
CAMUÑAS . Pueblo de la Mancha toledana .
Los atroces y sangrientos asesinatos que cometierosn los republicanos del Frente Popular y que intentaron ocultar en el pozo de la mina de las Cabezuelas de este pueblo , arrojándo a sus profundidades , a detenidos injustamente y sin juicio previo , vivos y asesinados y cubriéndolos con piedras , tierra , arena y cal .Hombres , mujeres , sacerdotes , monjas ... fueron enterrados y masacrados en esta localidad manchega. unos del pueblo , otros de pueblos próximos y algunos de otras provincias . Camiones llenos de cadáveres llegaban a esta mina para su " enterramiento ". La Ley de Memoria Histórica que este Gobierno que presume de progresista y que no es más que sectario , partidista y revanchista , ha conseguido airear , traer de las profundidaes de las memorias , algo que estaba asumido y perdonado , aunque no por todos olvidado .
Este artículo rinde homenaje a todas esas víctimas inocentes de la barbarie y del terror rojo , que intentó por todos los medios erradicar ideologías distintas por conseguir sus objetivos revolucionarios , una dictadura del proletariado dirigida y controlada por Moscú .
JUAN MANUEL DE PRADA Escritor , intelectual y articulista español . http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Manuel_de_Prada
Lunes
, 25-01-10
La mina abandonada de las Cabezuelas, en la localidad
toledana de Camuñas, se convirtió durante la Guerra Civil en fosa común
de cientos de vecinos de las poblaciones próximas de Cuidad Real y
Toledo, asesinados por las milicias del Frente Popular en los
habituales «paseos» que se perpetraban en la retaguardia. Ahora un
equipo de arqueólogos y médicos forenses de la sociedad de ciencias
Aranzadi ha logrado localizar varias decenas de esqueletos en uno de
los pozos de la mina, de más de treinta metros de profundidad, después
de vaciarlo de toneladas de tierra; y se supone que, bajo una espesa
capa de cal con que los milicianos tapaban los cadáveres después de
arrojarlos al pozo, se podrían hallar muchos más, en sucesivos
sustratos. Algunos de los esqueletos desenterrados revelan, por su
complexión, ser de mujeres; y las vestiduras eclesiásticas de otros
muchos permite confirmar que eran sacerdotes y religiosos martirizados.
En un programa de televisión de Intereconomía («¡Muerte
a los fascistas de Intereconomía!», es una de las proclamas de progreso
que hacen furor en internet), las cámaras descendían al pozo de
Camuñas, para mostrar el descubrimiento. Pero lo más sobrecogedor y
emocionante del programa no eran (con serlo mucho) las imágenes que
mostraban aquel descenso a los sótanos del horror, sino los testimonios
de los familiares de las personas asesinadas: sobrinos de sacerdotes
que murieron invocando el nombre de Cristo, hijos de labriegos cuyo
único delito fue confesarse católicos e ir a misa. En aquellos
testimonios no había ni el más leve atisbo de rencor; el natural dolor
por la pérdida -reavivado por las excavaciones en la mina- no se
dirigía, como un reproche o un escupitajo, contra los verdugos de sus
padres o tíos, sino que se elevaba como una plegaria al cielo; y era un
dolor dulcificado por el perdón, el mismo perdón que Cristo solicitó al
Padre desde la cruz (uno de los familiares evocó, incluso, la cita
evangélica: «Perdónalos, porque no saben lo que hacen»). Fueron
testimonios de una belleza y una magnanimidad sobrehumanas que me
invitaron a reflexionar sobre la naturaleza del perdón; y, más
concretamente, sobre el precepto del «amor al enemigo» que Jesús lanza
en su Sermón de la Montaña.
Ese precepto es, en verdad, sobrehumano; esto es,
inalcanzable sin ayuda sobrenatural. A quien no está revestido de esta
ayuda podemos reclamarle amor al amigo, incluso un vago amor
filantrópico al género humano; pero para amar al enemigo se requiere el
concurso de una fuerza divina que supla nuestras debilidades. Sabemos,
por el testimonio de personas que presenciaron su muerte, que muchos de
los asesinados durante la Guerra Civil murieron perdonando a sus
verdugos (abrazándolos incluso, como el beato Samsó); y tal perdón se
ha transmitido a sus familiares, como quedó refrendado en el programa
de Intereconomía. Así, aquella fuerza divina que los asistió en el
martirio los ha convertido en «víctimas de reconciliación». Y si España
ha llegado a ser un país habitable, después de aquel aquelarre de
sangre y espanto que la enardeció hace setenta años, es porque hubo
personas capaces de amar a sus enemigos, capaces de perdonar a quienes
les odiaron y de devolver aquel odio convertido en amor; porque, en
fin, hubo personas revestidas de una fuerza sobrenatural.
Y, si ese misterio de amor no admite más explicación que
la sobrenatural, ocurre exactamente lo mismo con el misterio de
iniquidad que ha empujado a nuestros gobernantes a utilizar a los
muertos de la Guerra Civil para encizañar a los españoles y enviscarlos
a los unos contra los otros. Porque si hay misterios que sólo logra
explicar el concurso divino, hay otros que sólo los explica el concurso
diabólico.
www.juanmanueldeprada.com
Peor que Paracuellos:El Pozo de Camuñas .
JAVIER L. " GUERRERO " "Uno de los frutos del rescate de la memoria de los mártires de la
Cruzada ha sido la rehabilitación de la memoria histórica de ciertos
espantosos sucesos que han permanecido hasta hoy en el más oscuro de
los olvidos. Uno de estos sucesos concierne a la Mina Don Quijote,
cercana al pueblo toledano de Camuñas. La Razón publicó hace algunos
meses una breve noticia con los descubrimientos llevados a cabo en
dicha zona, y Telemadrid también se hizo eco, pero la más absoluta
indiferencia acogió la noticia. Se trata de la investigación y
rehabilitación de los sucesos que han permanecido en la memoria
colectiva de los habitantes del pueblo, relativos a los cadáveres
arrojados a la mina por los sicarios de la libertad procedentes de los
pueblos de la provincia de Toledo, de las checas de Madrid y hasta es
posible que de Sevilla y otras provincias. El número de cadáveres que
se sospecha que puede contener la antigua mina es espantoso: de 6.000 a
15.000. Los ancianos del lugar, además, atestiguan que allí no sólo se
arrojaban cadáveres, sino también a personas vivas ".
1- http://www.persecucionreligiosa.es/mina_camunas/informe.pdf INFORME DE LA INSPECCIÓN DEL OZO DE CAMUÑAS . ( Hay una versión html ).
2- http://www.abc.es/20100125/opinion-firmas/pozo-camunas-20100125.html EL POZO DE CAMUÑAS . Juan Manuel de Prada .EXCELENTE
3-http://www.persecucionreligiosa.es/mina_camunas/principal_mina.html MINA DE CAMUÑAS ( TOLEDO ) .EXCELENTE
4- http://persecucionreligiosaes.blogspot.com/2008/11/investigacin-en-la-mina-de-camuas.html PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN ESPAÑA .INVESTIGACIÓN ENLA MINA DE CAMUÑAS . Documental realizado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el Arzobispado de Toledo .
5- http://aspa.mforos.com/390873/8323462-peor-que-paracuellos-el-pozo-de-camunas/ FORO SANTO TOMÁS MORO . Peor que Paracuellos : El Pozo de Camuñas
¿Encierra la mina de Las Cabezuelas una gran fosa de la guerra
civil? Un equipo de LDTV encabezado por Mariano Alonso ha realizado un
reportaje sobre este lugar.
Durante la segunda inspección a la mina de Las Cabezuelas en
Camuñas, Toledo, han hallado restos humanos pertenecientes a
represaliados por el bando republicano durante la Guerra Civil.
Esta tertulia de los catedráticos es especial. Al inicio emitimos
el reportaje de Las Cabezuelas que será comentado por nuestros
filósofos. Tras ello, Gabriel Albiac y Agapito Maestre debaten como
todos los viernes, esta vez sobre la duda de si el saber produce
felicidad.
Entre
tanto cadáver, los técnicos se están haciendo con una cada vez mayor
cantidad de objetos personales encontrados; lo que más destacan es la
cantidad de zapatos que hay en el pozo.
Todos presentan fracturas; algunas son resultado de torturas infligidas
mucho antes de los asesinatos. Presentan disparos en distintas partes
de la cabeza y en la mandíbula.
A medida que avanzan los trabajos de arqueólogos y forenses en el
interior de la mina de Las Cabezuelas, en Camuñas (Toledo), se conocen
más datos sobre los crímenes que cometieron los republicanos, durante
la Guerra Civil, en esa zona alejada del frente. Entre los numerosos
cadáveres que se han logrado reconstruir, unos 35, aparece totalmente
definido el de una mujer de unos 45 años de edad.
Además, en las últimas actuaciones de ayer se empezaba a recuperar un
esqueleto de otra mujer que mantenía adheridas al cráneo tres
horquillas y, junto a ella, un frasco de medicamento. De acuerdo con
la opinión de los forenses, el cuerpo es el de una mujer de edad
avanzada; aunque este extremo no se concretará hasta la extracción
total de los restos que se producirá a lo largo del día de hoy.
PROF . FRANCISCO ETXEBARRÍA . Ha exhumado a más de 500 fusilados de la Guerra Civil .
Francisco Etxeberria, profesor de Medicina Legal y Forense de la UPV,
ha participado desde el año 2000 en numerosas exhumaciones a lo largo
del territorio estatal. Repasó apoyado en material fotográfico con un
atractivo dinamismo algunas de las más importantes, procesos que sirven
para recuperar la memoria de las personas enterradas, doblemente
víctimas por el olvido. "Debemos partir de la base de que esos
esqueletos son personas con sentimientos, familia e ideología",
FRANCISCO ETXEBARRIA de la
Universidad del País Vasco que dirige los trabajos en el pozo de la
mina, a treinta metros de profundidad. Etxeberría confirma a LA GACETA
que todos los cadáveres presentan numerosas fracturas, y que, si bien
es cierto que algunas corresponden a la caída de los cuerpos, vivos o
muertos, por el tubo del pozo, otras son fracturas que corresponden a
heridas previas, indicativas de torturas infringidas a los asesinados
tras su detención.
Muchos de los cuerpos recibieron disparos en diferentes partes de la
cabeza. Etxeberría señala que “incluso uno presenta un disparo en la
mandíbula; se aprecia perfectamente el recorte del hueso”.
TRABAJO DE ANTROPOLOGÍA FORENSE.Utiliza cuidadosas técnicas en la recogida de todos los datos y elementos que aparecen en el lugar de los hechos y de la exhumación . Se procede al cribado de tierras y de los diversos materiales recogidos , ( así se puede encontrar un diente , un pequeño fragmento óseo , un objeto personal ... ) ,para que no se pierdan estos pequeños indicios que hay en el lugar estudiado y que pueden ser de crucial importancia en los resultados de la investigación .
Identificación
Los cuerpos estudiados hasta el momento corresponden, de acuerdo con
los datos históricos disponibles, a ejecuciones tardías realizadas en
1938. Conforme avance la excavación, en el fondo de la mina aparecerán
los cadáveres que fueron arrojados en agosto de 1936.
A última hora del día de ayer se estaba trabajando en la extracción de
los restos de dos cuerpos que los forenses consideran “muy
característicos”, según informa López Teulón a este diario: “Uno es un
individuo muy corpulento; el otro parece ser un chaval muy joven”. Al
cierre de esta edición, los forenses no podían confirmar este extremo.
El principal problema al que se están enfrentando es el deterioro de
los cuerpos, que aumenta cuanto más profundo están: “Debemos trabajar
intentando no mezclar los huesos de unas víctimas con otras. En las
fosas comunes es difícil porque se superponen los restos. Aquí todavía
es peor, porque se encuentran más fragmentados y mezclados”, asegura
Etxeberría.
Un pequeño bolso
Igual que sucediera el miércoles pasado, cuando se iniciaron las
excavaciones, siguen apareciendo gran cantidad de objetos personales a
medida que avanzan los trabajos.
El más llamativo es un bolso de pequeño tamaño que se encontraba a la
altura del pecho de uno de los restos de mujer. “De su interior se han
podido extraer una serie de monedas de cobre de poco valor”, como
señala Jorge López Teulón, postulador de la causa de los mártires de
las provincias de Toledo y Ávila, que pasó todo el día de ayer
trabajando junto a los forenses.
Un lapicero de carpintero, horquillas, cristales de bisutería, monedas
de diferente valor, restos de tela de la ropa y cantidad de zapatos,
son las pertenencias que acompañaron a los ejecutados por los
frentepopulistas. Cuando, en los años 40, la Fundación Hermandad Valle
de los Caídos reclamó al Ayuntamiento de Consuegra los cuerpos de las
víctimas de la guerra para trasladarlos al cementerio de El Escorial,
el mismo consistorio ya tuvo que responder que era imposible, porque
los cuerpos habían sido arrojados al pozo de Camuñas. Esta respuesta,
en forma de carta, ha sido encontrada recientemente en la “Causa
General” por los historiadores que trabajan con la Sociedad Científica
Aranzadi, entidad que, a su vez, está aportando el apoyo técnico a los
forenses.
Junto a la antigua mina, convertida en fosa común de la Guerra Civil
por los republicanos, se encuentra una cantera que actualmente está en
explotación. Uno de los consejeros de la empresa que la gestiona acudió
ayer a la zona donde trabajan los forenses para informar de que la
parte en la que se están estudiando los restos no pertenece a la
antigua mina romana de plata, sino que es una ampliación realizada en
el siglo XVI.
Camuñas, escenarios del terror, fosas comunes
Juan Andres Gonzalez Fernandez . Escritor y Artista Español Nacido en
Berja provincia de Almería el 28 de Febrero de 1963 Embajador Universal
de la Paz del Círculo Universal de Embajadores de la Paz de Ginebra –
Suiza.
Durante
la Guerra Civil, las víctimas de las represiones republicanas
milicianas y políticas de los partidos del Frente Popular arrojaron a
lo largo de varios años a sus víctimas de Ciudad Real, Toledo y
cadaveres de otras ciudades españolas, en el municipio de Camuñas
Este fué escenario de una serie de asesinatos y torturas sobre las que se ha pasado por alto durante mas de 70 años.
El historiador Martín Rubio, en el informe elaborado por la
Alcaldía de Camuñas en 1940 ya se daba cuenta de la existencia de esta
enorme fosa común el pozo principal de una antigua mina de plata romana
fue utilizado como fosa común.
A veces se usaba para deshacerse de
cadáveres que venían de pueblos de los alrededores, otras, las víctimas
eran llevadas vivas a la entrada del pozo tras ser torturadas y las
echaban vivas Aurelio Rodríguez, un carretero a quien fueron a buscar a
su casa y tirotearon en la cama. Su mujer Úbeda Bolaños se agarró a él
siendo también herida a ambos les metieron en un camión y les llevaron
a la mina, donde les arrojaron juntos, ella estaba todavía viva.
El cura Tapia bendijo a quienes habían de
ser sus verdugos. Después le arrojaron vivo. A Ismael Moreno que no
podía levantarse de la cama le cosieron a balazos. Su mujer tuvo que
apagar las ropas del lecho que ardían de los tiros. les acribillaban a
tiros y luego les echaban a la mina. A otros grupos les cogian en sus
casas; luego les llevaban a una cueva que había en un monasterio y allí
les torturaban hasta hartarse. Después les llevaron a la mina y allí
les arrojaron, a unos muertos y a otros vivos.
A Victoriano Rodríguez le emparedaron, a
Emilio García le mataron en plena calle; a Moisés Beteta le asesinaron
en el camino delante de unos niños". A mediados de septiembre con el
pretexto de que un bombardeo nacional había incendiado los depósitos de
CAMPSA en Alcázar de San Juan se sacó de la cárcel y de sus domicilios
a numerosas personas, entre ellos al sacerdote Luis Castellano, se le
llevó hasta la mina donde se negó a blasfemar y fue asesinado. El mismo
día cayeron en Alcázar mas de cien víctimas, fusiladas en su mayor
parte en las tapias del cementerio y arrojadas otras al pozo de la mina
de Camuñas" [Historia de la Cruzada, IV, p.546; en la Causa General son
unos cincuenta los nombres de vecinos de Alcázar que aparecen como
fusilados alrededor de esta fecha.
En el mejor de los casos, eran fusiladas
antes de ser arrojadas. Mucha peor suerte tuvieron los que fueron
lanzados vivos al fondo de la fosa.
El juez Baltazar Garzón abrió una macro
investigación judicial para conocer 70 años después las listas de
desaparecidos en ese periodo y en la primera etapa del franquismo viajo
durante siete dias a una antigua mina de plata donde suegun
informaciones de un video podría haber mas de seis mil victimas de la
guerra civil
Amador Rodríguez, actual propietario de la
mina, recuerda los hechos ‘ Eran frecuentes las expediciones para
deshacerse de cadáveres y prisioneros civiles. En 1962 un grupo de
expertos en minas, a las órdenes del ingeniero José Granados Moreno,
bajó al interior de la mina por iniciativa del dueño de la finca, cuyo
padre se encuentra sepultado en ella. El objetivo era realizar un
presupuesto de lo que costaría extraer los restos para un posible
traslado al Valle de los Caídos.
Se prohibió a los médicos forenses que
hicieran fotografías para evitar que se supiera. Durante aquellos días
se escuchaban alaridos atroces, porque los tiraban vivos
Antes
de iniciar el reconocimiento se procedió a medir la profundidad del
pozo, aprovechando que habían sido separadas dos de las cuatro losas de
granito que lo cubren (habían sido colocadas por los hijos de los
caídos, para tapar la entrada del pozo) y habían abierto un boquete de
unos 50 centímetros de diámetro en la bóveda que hay debajo de las
losas.
La profundidad de este pozo, al cual
llamaremos principal, es de 20 metros desde la boca a los escombros que
cubren la calderilla. Sus medidas son 3, 5 x 2, 5 metros. A unos 18
metros del pozo principal existe otro, al que llamaremos auxiliar, el
cual también se encontraba tapado por una bóveda, pero en la cual se
había abierto un espacio de 2, 5 x 2 metros.
Se procedió a medir su profundidad y nos dio
una distancia de nueve metros desde la boca al fondo. Este pozo
auxiliar se comunica con el principal por medio de una galería en
rampa, que forma una línea quebrada
Para que os hagáis unan idea de la
profundidad del pozo, os contaré que de pequeño jugaba con mis hermanos
a tirar piedras, y el sonido se perdía sin oírlas llegar al fondo. Para
hacer sitio a nuevas víctimas, cuando el pozo se llenaba, lo rociaban
con gasolina y lo prendían fuego. Ya en agosto del 36 recuerdo la
primera hoguera, que duraría varios días. Apenas acabar la guerra, un
peón caminero me contó que allí había miles de cadáveres cubiertos con
cal’ .
Según cuenta el Sr Rodriguez había
auténticas excursiones. Hay un testigo que ahora está muy enfermo que
cuenta como presenció, con 11 años, la llegada de una furgoneta llena
de cadáveres que venían a tirar a la mina.
Está el testimonio de los hermanos Nombela y
el de Don Manuel Azaña diciendo que esto era otro Paracuellos. Para
Amador Rodríguez no existe odio ni intento de revancha, lo único que
pretende es ‘ que se sepa lo que aquí ocurrió".
En el informe elaborado por la Alcaldía de
Camuñas en 1940 ya se daba cuenta de la existencia de esta enorme fosa
común el pozo principal de una antigua mina de plata romana fue
utilizado
No pretendemos sacar
ningún resto. Tenemos que tener en cuenta que solo de Herencia hay aquí
70 personas. Yo digo todo esto sin ningún resentimiento. Lo perdono
todo, pero quiero que se sepa que se hicieron muchas barbaridades’ .
Sigue señalando que el ejército del Frente Popular tuvo participación
en los sucesos:
El ejército del Frente Popular no hizo nada
para frenar los crímenes. Se prohibió a los médicos forenses que
hicieran fotografías para evitar que se supiera Durante aquellos días
se escuchaban alaridos atroces, porque los tiraban vivos. Los jefes de
los milicianos se limitaron a ordenar que tirasen cal y arena encima
para sepultarlos’ .
Jorge López Teulón es el postulador de la
causa Canonizaciones de los mártires para las provincias de Toledo y
Ávila. Deja muy claro el propósito de la Iglesia en esta investigación:
‘ La causa de canonización continuaría aunque no se recobrasen los
restos. Esto sería para recuperar reliquias o restos para dignificarlos
en una iglesia. A lo mejor encontramos algo.
Si la beatificación es dentro de 70 años
habrían desaparecido’ . Conocedor de la importancia del hallazgo
explica: ‘ Los científicos de Aranzadi hablan de 300 personas. De ellas
siete están en el proceso de beatificación abierto en 2002’ . Deja muy
claro que no quiere entrar en una guerra estéril sobre quien mató más
en la guerra. No le mueve el resentimiento porque ‘ el ejemplo de los
mártires debe servir para que no se repitan las barbaridades que se
cometieron en una guerra que destrozó un país’ .
La financiación la sufraga el Arzobispado de
Toledo, que a su vez ha recibido donativos para poder desarrollar toda
la investigación. López Teulón señala que la memoria histórica ‘ debe
ser para todas las víctimas, más para las inocentes, como son las que
descansan en el pozo de la mina de Camuñas’ y confirma que los miembros
de Asociaciones para la recuperación de la memoria histórica ‘ no se
han puesto en contacto’ con ellos. Un espeleólogo de la Sociedad
Científica Aranzadi Rafael Zubiría quien está actualmente realizando
los trabajos técnicos para que se pueda acceder a la mina y se
desarrollen los trabajos científicos en su interior.
Para poder acceder a la fosa, tendran que
hacerlo descolgados por una grúa, los miembros del equipo forense que
evaluarán el número de cadáveres almacenados. reconoce que tras haber
excavado numerosas fosas ‘ en estos casos siempre hay emoción e
impresiona’ , el caso de la mina de Camuñas ha sido un reto en su
trayectoria: ‘ Hasta el último día dábamos por perdida la investigación.
En un momento postrero encontramos cantidad
de restos humanos. Se trata de los restos que se van a estudiar esta
semana’ . Este tipo de actuaciones hacen que Zubiría se sienta
conmovido: ‘ Te trasladas a un momento y una época que te hacen ver lo
dura que fue la guerra civil. Te das cuenta de lo trágico que fue para
todos y del sinsentido tan grande que supuso’ .
Pienso que en este caso abrir esas fosas
comunes, que por desgracia todos tenemos algún antepasado o familiar,
en mi caso mi abuelo, desapareció en la cárcel en Almería, cuando fue
mi abuela a visitarlo, se encontró con la triste noticia que se había
muerto, jamás le entregaron su cuerpo, quizás en una de esas fosas esté
mi abuelo. Creo que ya no importa el bando nacional o republicano, pues
los muertos nos duelen a todos y que desaparezcan y ni siquiera puedas
ver su cadáver, ni dónde ni cómo se murió y sin saber donde está eso es
realmente duro.
LA MINA DE CAMUÑAS(TOLEDO): HISTORIA DE UNA TRAGEDIA
LOCALIZACIÓN
El
municipio de Camuñas (Toledo) se encuentra situado en la falda de la
montaña Cabeza-gorda, en la margen izquierda del río Amarguillo, en la
comarca de La Mancha. Linda con los términos municipales de Puerto
Lápice y Herencia, en la provincia de Ciudad Real, y Madridejos y
Villafranca de los Caballeros en la de Toledo.
Su
término se extiende por una amplia meseta. El extremo meridional es el
menos llano, con barrancos, gargantas y montañas que casi llegan a los
1.000 metros de altitud. Por el oeste se encuentra una vega que se
prolonga hasta el Amarguillo y el monte llamado Cañada de las Vacas que
se extiende a los lados de la Autovía del Sur. A la derecha de
la carretera hay una montaña en cuya cima hay tres bocas de antiguas
minas, una de las cuales es de gran profundidad.
CUATRO CITAS EN UNAS POCAS OBRAS
El
silencio absoluto arrojado sobre los hechos acaecidos en la mina de
Camuñas se plasma en la nula aparición en las obras que han tratado el
tema de la guerra civil. Sólo cuatro citas mínimas en alguna de las
obras más específicas. Por ejemplo:
Francisco ALIA MIRANDA en su obra La Guerra civil en retaguardia: conflicto y revolución en la provincia de Ciudad Real (1936-1939), trabajo que publicó en 1994 el área de Cultura de la Diputación de Ciudad Real, en la página 218, afirma que:
FRANCISCO ALIA MIRANDA
“Las
ejecuciones de la zona de Ciudad Real se realizaron en su mayor parte
en los primeros meses en las tapias del cementerio capitalino, pasando
luego a ser el principal lugar de ejecución que sería el famoso “pozo
Carrión”, pozo de una noria que había quedado dentro del cementerio de
Carrión de Calatrava al ampliarse éste con anterioridad al estallido de
la guerra. Según testimonio del alcalde de dicha población al Fiscal de
la Causa General, en 1943 no se había podido exhumar los cadáveres
existentes en el pozo-noria del interior del cementerio “por ser de
bastante profundidad calculándose habrá unos 600 cadáveres, ignorándose
el origen de la mayor parte de ellos”. Los de la zona sur de la
provincia de Ciudad Real empleaban el cementerio de Valdepeñas, y
los lindantes con la provincia de Toledo la mina abandonada de Las
Cabezuelas, en el término de Camuñas (Toledo) y cercana a Puerto Lápice
(Ciudad Real).
Manuel Azaña en «La revolución abortada», comentarioincluido en Causas de la guerra de España, Crítica, Barcelona, 1986. Afirma que:
MANUEL HAZAÑA .
“Algunas
de estas fosas se convertirán en depósito permanente de cadáveres
durante toda la guerra, como el pozo de la mina de Camuñas, donde los
milicianos irán arrojando a lo largo de tres años a sus víctimas de
Ciudad Real y Toledo. Otras fosas, como las de
Paracuellos, son fehaciente prueba de exterminios masivos con un alto
grado de organización. Y en el mismo capítulo hay que mencionar el
testimonio forense: los informes oficiales de las instituciones
policiales o judiciales, aún no controladas por los comités del Frente
Popular, que en las primeras semanas del Terror rojo proceden al
levantamiento de los cadáveres y a su examen y registro fotográfico.
Son especialmente abundantes las imágenes procedentes de Madrid, que es
también la ciudad con mayor número de víctimas del Terror. Las
fotografías hablan de tiros en la nuca, pero también de cabezas
aplastadas con piedras de gran tamaño, antes o después de la muerte;
los informes forenses detallan asimismo violaciones y torturas, así
como miembros amputados. Esta fuente gráfica se cegará cuando el
aparato institucional quede definitivamente bajo el poder de los
partidos revolucionarios. En Gijón, por ejemplo, el 14 de agosto de
1936 los milicianos prohíben al médico forense del juzgado de
instrucción del distrito de Oriente seguir identificando cadáveres
mediante retratos fotográficos. Se trataba de borrar pistas. Lo mismo
ocurrirá en el resto de España. Las muertes continuarán, pero ya nadie
guardará la imagen de los cadáveres”.
Según el sacerdote y prestigioso historiador Ángel David Martín Rubio, en varias obras y artículos publicados:
ÁNGEL DAVID MARTÍN
RUBIO .
“Tras
una ligera tregua el terror se recrudece desde mediados de agosto de
1936. Al tomar posesión de su cargo el nuevo gobernador civil, José
Serrano Romero, anunció que en lo sucesivo los presos solo podrían ser
sacados de las cárceles por sentencia de los Tribunales o para ser
puestos en libertad y empezó a funcionar un Tribunal especial, pero
pronto se vio la nula eficacia de tales disposiciones. Ahora se llevaba
a las víctimas al cementerio de Carrión de Calatrava a once kilómetros
de la capital donde, según la “Causa General” fueron arrojados a un
pozo los cadáveres de unas ochocientas personas de diversos lugares que eran llevados allí para su ejecución.
El
17 de septiembre, con el pretexto de que un bombardeo nacional había
incendiado los depósitos de CAMPSA, se sacó de la cárcel y de sus
domicilios a un centenar de personas. Se les llevó por la carretera de
Herencia hasta una mina situada en término de Camuñas y donde
había un pozo de más de cincuenta metros en el que eran arrojados los
asesinados de los pueblos limítrofes de Ciudad Real y Toledo:
En
el término municipal de Camuñas existe una mina abandonada y a la misma
han sido arrojados bastantes cadáveres, no sólo de los pueblos
colindantes sino -según rumor público- hasta de Madrid. Dicha mina está
situada a un kilómetro de la margen derecha de la carretera de Madrid a
Cádiz” (Puede leerse en legajo 1048 de la “Causa General”).
En
Herencia ocurrió que la marcha de la guardia civil determinó que el
pueblo quedara en poder de los frentepopulistas y el inicio de las
detenciones. El 22 de julio se comete el primer crimen. Cinco
mercedarios fueron sacados de la población y dejados a su arbitrio:
Encontrarían la muerte en Madrid, Camuñas y Daimiel según el
procedimiento que se sigue con los religiosos en la Mancha. Los presos
se hacinaban en el convento donde se constituyó el 1 de agosto un
comité. A partir de 6 de agosto muchos de ellos eran asesinados y
arrojados al pozo citado de “Las Cabezuelas” (Camuñas).
En su obra Guerra Civil y Represión: El combate por la Memoria don Ángel David Martín Rubio escribe:
“Algo
semejante cabría decir de tantos de los que fueron sacados de las
checas y cárceles que abundaban en la retaguardia revolucionaria:
aparte de los casos más conocidos de Madrid y Barcelona, en varios
lugares de La Mancha se conservan pozos atestados con los cadáveres que
dejaban a su paso los defensores de la República y que hasta ahora no
han sido exhumados. Pero las fosas de la memoria son para ellos sólo un
pretexto: la reiterada parcialidad con que se asume una cuestión tan
largamente debatida excusa de más demostración acerca de su verdadera
intención. Uno de los casos más dramáticos es el del pozo de la mina
situada en término de Camuñas donde los revolucionarios arrojaban a las
víctimas de los pueblos limítrofes de Ciudad Real y Toledo”.
6-http://herencia.net/2010/01/23/nuevos-hallazgos-en-el-pozo-mina-de-camunas/ NUEVOS HALLAZGOS EN EL POZO MINA DE CAMUÑAS ABC.es . María José Muñoz .
7- http://www.elmundo.es/papel/2008/09/07/espana/2488707.html LAS FOSAS PERDIDAS DE LA GUERRA CIVIL
8- http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/politica/encuentran-dos-cadaveres-mujeres-los-asesinados-camunas ESQUELETOS DE MUJERES ENTRE LOS ASESINADOS EN CAMUÑAS .LA GAZETA -INTERECONOMÍA 22 de enero, 2010 J. Pflüger.
9-http://es.globedia.com/camunas-escenarios-terror-fosas-comunes CAMUÑAS , ESCENARIOS DEL TERROR , FOSAS COMUNES . Juan Andrés González Fernández .
10- http://www.persecucionreligiosa.es/mina_camunas/breve_historia.html LA MINA DE CAMUÑAS ( TOLEDO ) . HISTORIA DE UNA TRAGEDIA .