El gobierno español da 1.200 euros por mes a este disidente cubano, que igual dice que no es suficiente y que tiene que irse a Miami con el resto de la gusanera. La entrevista es del derechista diario ABC, pero la reproducimos porque verán en ella cosas interesantes, más allá de los árboles anticomunistas acostumbrados.
En febrero de 2008, Pedro Pablo Álvarez, un sindicalista cubano condenado a 25 años de cárcel, fue liberado junto a otros tres presos gracias a la mediación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y trasladados en un avión militar a España. Dos años después, Álvarez malvive cerca del marginal barrio de la Mina de Barcelona. Hace cuatro meses que no recibe ayuda económica y asegura que el Ejecutivo nunca regularizó su situación. Por eso, ha decidido marcharse a Miami, donde viven dos de sus tres hijos.
-¿Cuándo se marcha a Miami?
-Tengo el billete para el 3 de marzo. Yo no puedo pagar este piso que me avaló Cruz Roja y tampoco puedo buscar otro más barato porque no tengo quien me avale. El alquiler cuesta 750 euros y el Gobierno me da 1.200 euros con los que debemos vivir mi hijo y mi mujer. Nunca nos han arreglado los papeles y no podemos trabajas. En julio de 2009, el Gobierno nos anunció que nos retiraba las ayudas, pero CiU hizo presión para que me las prorrogaran hasta octubre. Pero se acabó. Para vivir así, yo le digo a Zapatero que prefiero volver preso a Cuba.
-¿Se siente abandonado por el Gobierno español?
-Es que yo no elegí venir a España. Yo quería quedarme en Cuba. Pero hubo un acuerdo entre dos gobiernos amigos. Yo salí de la cárcel cubana junto a José Gabriel Ramón Castillo, Omar Pernet Hernández y Alejandro González Raga, y nos metieron directamente en un avión militar que nos llevó a Torrejón de Ardoz (Madrid). Zapatero sacó rédito de nuestra liberación para neutralizar al PP. Nos han utilizado. Pero si a mí no me doblegó Castro, no me va a doblegar Zapatero. No se han portado bien.
-¿Por qué no pidió asilo político?
-Sé que mis compañeros lo han pedido, pero en un principio decidimos no hacerlo para no entorpecer la posible liberación de otros presos que quedaban en Cuba. De aquel grupo de 75 disidentes arrestados en 2003, han soltado a 23. Pero quedan otros 52 en la cárcel. Si a Zapatero le preocupara de verdad la situación de los cubanos, debería luchar por solucionar los problemas que hay en mí país, sobre todo ahora que España tiene la presidencia europea. Pero el Gobierno español ha malcriado al cubano porque es antiamericano.
-¿Ha hablado con algún miembro del Ejecutivo español?
-Con Trinidad Jiménez, cuando era secretaria de Estado para Iberoamérica. Cuando llegamos a Madrid, nos dijo que nuestro caso era excepcional porque las leyes españolas no contemplaban ese traslado. Pues lo tenían que haber pensado antes.
-¿Cuándo comenzó su lucha anticastrista?
-Yo creía en la revolución. Mi padre fue revolucionario y lo asesinó el régimen de Batista. Pero Castro implantó una dictadura y yo he estado en una cárcel de máxima seguridad sin ser mercenario ni terrorista. Sólo por formar parte de una organización pacífica que pretende reconciliar a los cubanos. En 1994 asumí la dirección del Consejo Unitario de Trabajadores y desde entonces, he participado en varios congresos internacionales. En 2000 me detuvieron y estuve 106 días en la cárcel. Fui liberado gracias al Gobierno de Canadá y entonces me incorporé al Proyecto Varela -creado por opositores cubanos- y en 2003 me arrestaron otra vez.
-¿Qué opina de la voluntad del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, de estrechar las relaciones de la UE con Cuba?
-Suena a broma. No es consciente de la situación que vive mi país. No entiende lo que ocurre en un país que no conoce. El principal compromiso de los opositores es precisamente con Cuba.
Fuente: ABC