LA DEMENCIA DE DOÑA JUANA DE CASTILLA : " JUANA LA LOCA " . L. VALLÉS .
" Locura de Amor " . PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICA PARANOIDE.
LA DEMENCIA DE DOÑA JUANA DE CASTILLA . L VALLÉS ( 1866 ) .MUSEO DEL PRADO . MADRID ( ESPAÑA ) .
JUANA DE CASTILLA : " JUANA LA LOCA "
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Isabel
la Católica (1451-1504). Hija de Juan II de Castilla
y de Isabel de Portugal, reinó desde 1474 hasta
1504. Se casó en 1469 con Fernando II de Aragón
y tuvieron cinco hijos.
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LA MADRE DE JUANA DE CASTILLA .
ISABEL DE PORTUGAL Madre de la reina Isabel la Católica y abuela de Doña Juana .
La
obra capta un instante intimista de la vida familiar , de la tragedia
que supuso la muerte del marido de la futura reina de Castilla, doña
Juana . El papel fundamental lo representa en esta obra , la
heredera de la corona de Castilla , enajenada y desequilibrada por la
muerte de su esposo , Felipe apodado " El Hermoso " . Muestra la
protagonista una actitud serena pero inquietante , su mano derecha
muestra un gesto de rechazo , de freno ante las súplicas . El rotro
de Doña Juana parece haber sido tomado del natural de una modelo , lo
que nos ofrece una " inmediatez cotidiana " ( según Díez , 1992 ) . Los
cabellos descuidados , la mirada perdida , dura , esquiva , pero
hermosa , que refleja de forma clara el desvarío amoroso que padecía ,
ya manifestado en vida del esposo , ante sus contínuas infidelidades . En
sus antecedentes familiares ya se daba la enajenación mental en su
abuela , Isabel de Portugal ( Isabel de Avis y Braganza , reina de
Castilla . Casó con Juan II de Castilla , tras recibir una dispensa del
Papa Eugenio IV , por la consanguineidad de la pareja ) .
El
personaje de Juana, la Loca ha inspirado obras literarias y
operísticas donde su vida y su encierro se interpretan como sinónimo
de locura de amor. Pero la realidad nunca es tan romántica como la
ficción. Su locura de amor fue un delirio celotípico en el cotejo
sintomático de una enfermedad mental grave, tal vez la más grave dentro
de la patología psiquiátrica de la cual hablaremos más adelante. Juana
nació en 1479, hija mujer de los famosos Reyes Católicos y se llamó así
en honor a la madre de Don Fernando, su padre. Paradójicamente
heredaría tanto el trono y las propiedades de parte de su madre Doña
Isabel, tras la muerte de su hermano varón, como así, su carga
genética ya que su abuela materna también terminó sus días encerrada
por sus delirios. Fue una niña solitaria, excelente en su educación
que hablaba latín y francés con fluidez, poco propensa a las reuniones
sociales y dadas a pasar días enteros sin querer contactar a nadie de
la corte castellana. No sería aventurado ver en estas conductas rasgos
de personalidad esquizotípica. A los dieciséis años es casada con el
archiduque Felipe de Austria, hijo del emperador Maximiliano I de
Alemania y de la duquesa María de Borgoña, y soberano de Flandes por
fallecimiento de ésta. Viaja Juana por primera vez fuera de España a
conocerlo y unírsele siendo tal el impacto de cada uno sobre el otro
que piden un sacerdote de urgencia para que les permita pasar esa misma
noche juntos. Faltaban 4 días para la boda oficial. Poco tiempo
después de su boda y luego de aparecer los primeros síntomas de su
enfermedad manifestados en una conducta recelosa, desconfiada y
persecutoria ,se produce, según refieren sus historiadores un
desflecamiento de su personalidad, con una conducta insípida y absurda
como no pagar durante meses los sueldos a sus servidores, un desinterés
progresivo de sus deberes y perdida de la resonancia afectiva para una
serie de situaciones, que se acentúan con su primer embarazo,
convirtiéndose en embotamiento emocional. Esto es informado por su
confesor a Doña Isabel, preocupado por la actitud anormal de la
princesa. Tanto las ideas celotípicas como este ánimo especial encajan en el cuadro clínico que se estaba gestando: psicosis esquizofrénica tipo paranoide.
La esquizofrenia es una enfermedad de origen biológico y
condicionamiento genético, que cursa en brotes o episodios productivos
en los cuales se evidencian síntomas alucinatorios o delirantes,
espaciados por períodos interbrotes en que los síntomas de locura
parecen acallarse pero predominan síntomas llamados negativos,
caracterizados por conductas de aislamiento, embotamiento emocional, y
achatamiento afectivo que revelan un progresivo deterioro de la
personalidad. Cuanto más largos o frecuentes sean los brotes, mayor es
la desintegración final, entrando en lo que se llama residuo defectual
en el que el individuo pierde casi totalmente su capacidad de vida de
relación. Los médicos de la corte, Soto y Gutierrez de Toledo,
refieren que pocos años más tarde Doña Juana pasaba noches enteras en
vela, deambulando y con soliloquios (también típicos de esta
enfermedad), sin comer ni asearse ni ver a sus hijos y luego entraba en
periodos de arrebatos de ira por los celos hacia su esposo que la
llevaban a conductas irracionales. Llegó a prohibir que subieran damas
a un barco que la trasladaba a España con su marido y como éstas lo
hacían de todos modos, encerraba a su marido para que no lo miraran
.Tuvo a su primer hijo, Carlos, luego Rey de España como Carlos I y
emperador de Alemania como Carlos V, en un retrete, por haberse negado
,estando en fecha de parto ,a permanecer en cama, tal la costumbre de
la época, por acompañar a su esposo a una fiesta, temerosa de que
Felipe mirara a otras mujeres (Es posible que esto puede haber sido la
causa de las convulsiones infantiles y la debilidad mental de Carlos ) . Consignemos
al paso, que Juana era muy bella, a pesar de que la belleza quedó
históricamente asignada a Felipe quien perduró con el seudónimo de “el
Hermoso” contra el justo pero denigrante apodo de “la Loca” con que
recordamos a su esposa. En el momento en que Isabel, víctima de un
cáncer uterino debe decidir sucesor al trono de España y sus Colonias,
sus consejeros le advierten que su hija no está en “capacidad de
ejercer en persona su función”, por lo cual debía tener la regencia su
padre Fernando. En junio de 1506, ya muerta la Reina Católica, Fernando
y Felipe firman el tratado de Villafáfila, que contiene el siguiente
párrafo “Conviene a saber cómo la Serenísima Reina, nuestra mujer, en
ninguna manera se quiere ocupar ni entender en ningún género de
regimiento, ni gobernación, ni otra cosa; y que aunque lo quisera
hacer, sería total destrucción y perdimiento de estos reinos, según sus
enfermedades y pasiones”. Es en esto donde se basan algunos
historiadores románticos para decir que la locura de Juana era un ardid
político para sacarle el poder y que su única locura eran los celos
reales provocados por un hombre infiel Pero ya vimos que su
enfermedad se manifestaba más allá de sus pasiones. En la esquizofrenia
las ideas delirantes no aparecen aisladas (sería, entonces, una
paranoia). Por el contrario, se acompañan de alteraciones de la mente y
el comportamiento con un matiz de extrañeza y de absurdidad, que es
característico y que vimos traducirse en conductas anormales y de
abandono de sí misma, sus hijos y sus funciones. En algunos momentos,
salía de su conducta psicótica y parecía interesarse por su reino,
dando incluso órdenes que eran acatadas. Estos períodos de normalidad,
lejos de descartar el diagnóstico de psicosis, avalan la antedicha
evolución por brotes de la enfermedad. En una nueva faceta de su
delirio decide vestirse de negro de ahí en más y forrar todas las
paredes de su estancia de negro por un luto imaginario (el negro como
luto fue iniciado por su madre para reemplazar al blanco que era el
color de luto tradicional) Durante este periodo fallece realmente su
amado esposo, al cual cuida con esmero en su enfermedad pero por el
cual no derrama una sola lágrima. Sin embargo, hace abrir sin causa
justificada su tumba en dos oportunidades. Continúa el reinado su
padre mientras que su hijo Carlos se ocupa de los reinos heredados de
su padre. En 1516 fallece Fernando tomando la regencia el mismo Carlos,
aunque requiere de la firma de su madre para los grandes decretos. La
enfermedad de Juana avanza y sus allegados deciden encerrarla en la
torre de Tordesillas en 1509. Allí permanece hasta su muerte en 1555,
casi cuarenta y siete años, prácticamente aislada. Vive custodiada por
personal militar y con su hija menor Catalina. En una oportunidad, en
que la visitan sus hijos mayores Carlos y Leonor, a quienes sólo
responde con monosílabas luego de doce años de no verlos, éstos sacan a
su hermana de su lado para evitarle daños y Juana tarda días en
percibir la ausencia de la pequeña. Sin embargo, empeora tanto por la
tristeza de quedarse sola que sus hermanos deciden devolver a la menor
a la torre, de la cual sale para ser Reina de Portugal. En su
encierro “la loca” pasa por distintos períodos: arrebatos de violencia
física, come en el suelo, esconde restos de comida, se viste andrajosa
abandonando el aseo, invierte su ritmo de sueño, En los últimos años
comienza con alucinaciones visuales y refiere la sensación de que su
mente esta influida desde fuera y sus ideas no le pertenecen (estas
vivencias de influencia son las que más desorganizan a los pacientes
esquizofrénicos). Ella interpreta estas percepciones anómalas como
viniendo de fuerzas del mal por lo que cambia el contenido de su
delirio celotípico-pasional por el religioso. Muere con terribles
dolores físicos por trastornos vasculares de sus piernas producidos por
años de infecciones por falta de higiene y días enteros de pie. Seis
meses después su hijo Carlos abdica a favor de su hijo Felipe. Con la
muerte de su madre y el fin de su locura decide abandonar el reinado y
retirarse al monasterio de Yuste. Su vida estuvo tan signada por la
enfermedad como la de su madre Juana “La Hermosa Loca”.
1-PSIQUIATRÍA EN EL ARTE . Félix González Núñez " LA DEMENCIA DE DOÑA JUANA DE CASTILLA " ( 1866 ) .
2-http://www.grupoese.com.ni/2001/bn/03/21/crrMN0321.htmISABEL DE PORTUGAL : LA RAÍZ DE LA LOCURA .3-http://es.wikipedia.org/wiki/Juana_I_de_CastillaJUANA I DE CASTILLA .4-JUANA LA LOCA : PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICA . Andrés Marquez López Mato 5-http://www.ciberjob.org/mujeres/historia/juana/index.htm JUANA LA LOCA . LA CAUTIVA DE TORDESILLAS . Marta Eugenia Delfín Guillaumín .
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