" YO SOY EL QUE SOY " . Es la definición que se da Dios de si mismo.
Los
descendientes de Abrahám se habían instalado en Egipto y
allí se habían convertido en un pueblo numeroso (cf. Ex 1,1-7). A
un faraón se le ocurrió esclavizarlos brutalmente,
amargándoles la vida con trabajos forzados (cf. Ex 1,7-14). Pero el Dios
de Abrahám no quiso tolerar que los descendientes de su amigo vivieran
como esclavos. Un día, en el monte Sinaí, se apareció en
medio de una zarza ardiendo a un israelita llamado Moisés, que, por
extraño designio, se había educado en la corte del faraón:
«Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, de Isaac y de
Jacob. He visto la aflicción de mi pueblo, he escuchado el clamor ante
sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo de la mano de
los egipcios y para subirlo de esta tierra a una tierra buena y espaciosa»
(Ex 3,6-8). Y le envió a transmitir la buena noticia a sus hermanos y a
comunicarles que debían exigir su libertad al faraón. Entonces
Moisés planteó a Dios esta pregunta: «Si voy a los
israelitas y les digo "El Dios de vuestros padres me ha enviado a
vosotros", y ellos me preguntan: "¿Cuál es su
nombre?", ¿qué les responderé?» Dios le dijo:
«Yo soy el que soy (Yahvé)» (Ex 3,13-14). En esta escena
culminante, Dios reveló por primera vez su nombre propio; un nombre
misterioso que viene a significar: Yo soy el único existente, el que
está más allá de todo pero actúa en la historia
humana para conducirla a su fin.
Yahveh (en hebreo יהוה, YHWH) y sus variantes Yahweh, Yahvé, Yavé, Iehová, Jehovah y Jehová. En su forma hebrea (sin que se sepa su pronunciación exacta), es según la Biblia, una frase que utiliza Dios para referirse a sí mismo, tras la petición de Moisés en la visión de la zarza ardiente[1]
y en respuesta a su pregunta de qué les dirá a los israelitas sobre el
que le ha enviado: "Yo soy el que soy". Esta frase, "yo soy el que
soy", es en hebreo "EHIEH", que se refieren a las letras del alfabeto
hebreo "Y-H-W-H", una palabra muy difícil de pronunciar sin vocales,
puesto que en el hebreo antiguo no estaban escritas.
Además, Dios dijo a Moisés:
Así dirás a los hijos de Israel: Yahvé,
el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para
siempre; con él se me recordará por todos los siglos.
Ve, reúne a los ancianos de Israel y diles: Yahvé,
el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se
me apareció y me dijo: En verdad os he visitado y he visto lo que se os
hace en Egipto.
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