Tacita de plata Cádiz no es una tacita, Cádiz para mi es un sueño, una lágrima en silencio la mirada de mi abuelo, colorín de carnavales de una niña tras el cierro.
En la distancia del tiempo, cerca, pero siempre lejos, canción de espuma y arena con un coro en la cabeza, el corazón de comparsa y un tanguillo en el recuerdo.
El viento de la añoranza sigue presente en mis ojos la Camelia, el Anteojo, paseos por el baluarte, la fuente de puertatierra de la mano de mi padre.
Oleadas de sabores, salpicaduras del alma, a la vez dulce y amargo, tocinillo, bienmesabe, sopita de picadillo, las torrijas de mi madre. A/D A Cádiz se le llama "la Tacita de plata" El cierro es un tipo de balcón acristalado. La Camelia, el Anteojo, son una cafetería y un restaurante, ambos desaparecidos. Tocinillo y torrijas postres, luego "dulces" La sopa de picadillo, sopa típica de "puchero" con trocitos de jamon y huevo duro picados Bienmesabe, trozos de cazón (pescado) adobado y frito. Coros y comparsa, grupos musicales del carnaval gaditano.
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