No
se han encontrado en las fibras ni pigmento, ni pintura, ni tinte. Los
análisis de las fibras con rayos X, fluorescencia y microquímica
descartan la posibilidad de que se haya usado pintura para la formación
de la imagen. Los análisis con ultravioleta e infrarrojos confirmaron
estos estudios. El tratamiento de mejora de la imagen por ordenador y
el análisis por el conocido como analizador de imagen VP-8 mostró que
la imagen tenía una información tridimensional única codificada en
ella. El análisis microquímico ha indicado que no hay evidencia de
ningún pigmento, aceite o sustancia bioquímica producida por el cuerpo
en vida o muerto [ capaz de producir la imagen ]. Está claro que ha
sido el contacto directo del cuerpo con la Síndone la que explica
algunas de las características, como las marcas de los azotes, al igual
que la sangre. Sin embargo, mientras que este contacto [directo]
explicaría algunas de las características del torso, es totalmente
incapaz de explicar la imagen de la cara con su alta resolución que ha
sido ampliamente demostrada por fotografía. El principal problema desde
un punto de vista científico es que algunas explicaciones que serían
aceptadas desde un punto de vista químico son rechazadas por los
físicos. Al contrario, algunas explicaciones físicas tentadoras son
completamente rechazadas por los químicos. Para una explicación
adecuada de la imagen de la Síndone, uno debe tener una explicación
científicamente válida desde un punto de vista físico, químico,
biológico y médico. En el presente, este tipo de solución no parece ser
asequible a pesar del mayor esfuerzo de los miembros de este equipo [ Shroud Team
]. Además, los experimentos físicos y químicos realizados con lienzos
antiguos han fracasado a la hora de reproducir adecuadamente el
fenómeno presente en la Síndone de Turín. El consenso científico es que
la imagen se produjo por algo que tuvo como consecuencia la oxidación,
deshidratación y conjugación de la estructura de los polisacáridos de
las microfibras de la sábana. Tales cambios pueden ser duplicados en el
laboratorio por ciertos procesos químicos o físicos. Un tipo de cambio
parecido en un lienzo se puede obtener con ácido sulfúrico o calor. Sin
embargo, no hay métodos químicos o físicos conocidos capaz de dar
cuenta de la totalidad de la imagen; ninguna combinación de
circunstancias físicas, químicas, biológicas o médicas puede explicar
la imagen adecuadamente.
Así, la respuesta a la cuestión de cómo se produjo la imagen o qué produjo la imagen es ahora, como en el pasado, un misterio.
Podemos
concluir por ahora que la imagen de la Síndone es la de una forma
humana real de un hombre azotado y crucificado. No es resultado de un
artista. Las manchas de sangre están compuestas de hemoglobina y
también dan positivo en el test de seroalbúmina. La imagen es por ahora
un misterio y hasta que se realicen otros estudios químicos, quizás por
este grupo de científicos, o quizás por otros científicos en el futuro,
el problema permanece sin resolver.
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Traducción literal de: A Summary of STURP's Conclusions, en shroud.com. Original aquí.
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