CRUZ DE MAYO
¡Vamos niñas, arreando!
¡Vitorilla, y tú, Carmela¡
To’ el mundo, grandes y chicos,
¡corred!, porque el tiempo vuela.
Y, pronto tiene que estar
to’ ese rincón adornao;
que la Cruz se lo merece,
que Cristo ha resucitao.
Que ya se marchó la pena
por su sangre redimía,
y Mayo viene repleto
de esperanzas renacías.
Así, ¡que andando ligero!,
que vamos a preparar
la Cruz de Mayo más bella,
más castiza y bien plantá…
que ni a la de Calatrava
le tenga ná que envidiar.
Poned los cinco sentíos,
traed lo mejó que tengáis,
pa conformar un altar
que reluzca como un cáliz.
¡Vengan cacharros de cobre!
¡y la colcha adamascá!
¡y macetas de geranios!
¡y ramitas de azahar!
Los platos de porcelana
no se vayan a olvíar;
ni el chavillo ni las velas:
que esté bien iluminá.
Y la Virgen la Victoria
tiene que tené un lugar;
que ella es la santa Patrona,
nuestra Madre celestial.
Y aunque el patio esté cuajao
de enredaderas y lilas...
colgad sobre aquel testero
los mantones de Manila.
¡Qué belleza,! ¡qué colores!
¡qué flecos y qué enrejaos!
¡Mira, qué gloria bendita
que no parecen bordaos!:
son iguales a un jardín
de florecillas sembrao;
donde anidan ruiseñores
y ensayan vuelos, mil pájaros.
¿No escuchas el aleteo?
¿Seguro que no has notao…
como un vientecillo fresco
de claveles perfumao.
¡Ay!, y en medio de to’, la Cruz
más bonita y más floría
que se ha visto en esta tierra
de la baja Andalucía.
Y a sus pies rindiendo honores,
aromaítas de sal
hay conchas y caracolas,
-emblemas de mi ciudad-,
cogías en el rebalaje
donde las besa la mar.
Y ya que está to’ dispuesto
vamos la fiesta a empezar:
que suene ya la guitarra
y se arranquen a cantar,
que el vino corra ligero…
y una copa, ¡y otra más!,
y que derramen su arte
las muchachas al bailar.
Que no hay otra Cruz de Mayo
más malagueña y juncal
que esta que tenéis delante:
¡que no se puede aguantar!
CARMEN AGUIRRE
CRUZ DE MAYO
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