En 1997 los monasterios de San Millán de la Cogolla, SUSO Y YUSO fueron catalogados por la UNESCO como PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD .
MONASTERIO DE YUSO .
SAN MILLÁN EN LA BATALA DE SIMANCAS .
El origen de San Millán de la Cogolla guarda una estrecha relación con la arraigada tradición monástica del lugar. Fue aquí donde, hacia el siglo VI, San Millán buscó refugio espiritual en un eremitorio excavado en la roca.
La importancia cultural y religiosa que alcanzó durante la Edad Media esta comunidad monacal fue tal que atrajo a multitud de peregrinos que se desviaban del Camino de Santiago, y aún hoy lo hacen, para dirigirse hacia este lugar.
El devenir de los siglos ha dejado en este típico caserío riojano el bello conjunto arquitectónico formado por los Monasterios de Suso y Yuso. Ambos, declarados Patrimonio de la Humanidad, poseen una gran relevancia histórica, ya que en ellos se conservan los primeros textos escritos en castellano.
El Monasterio de Suso fue construido inicialmente en el siglo VI, si bien fue ampliado en sucesivas ocasiones hasta el siglo XI. Este hecho puede apreciarse en la superposición de estilos artísticos presentes en su fábrica, que va desde el primitivo núcleo visigótico, hasta el mozárabe y la posterior obra románica.
En el interior cenobial, además de un hermoso claustro, cobija las tumbas talladas en piedra de los Siete Infantes de Lara junto a su maestro, así como los de tres reinas de Navarra.
La iglesia, levantada en estilo mozárabe a finales del siglo X, conserva algunos restos del primitivo monasterio. Entre ellos sobresale una escultura del santo en una de las hornacinas visigóticas, así como una necrópolis con decenas de sarcófagos pétreos pertenecientes a la comunidad de ermitaños.
Al siglo XI corresponden las últimas obras de ampliación de la iglesia, que incorporó elementos románicos. Dentro de este estilo se enmarca la escultura yaciente de San Millán (s. XII), pieza de alabastro que representa la figura del místico junto a varios discípulos y peregrinos.
Situado al fondo del valle, el Monasterio de Yuso data del siglo XI, con posteriores remodelaciones en los siglos XVI y XVIII.
Una escultura ecuestre de San Millán preside la portada del edificio, realizada en estilo barroco. La iglesia, construida entre 1504 y 1540, posee en su interior un retablo medieval (s. XII), así como un púlpito plateresco y un coro de estilo grecorromano.
Una de las joyas de Yuso es la sacristía, de estilo rococó, que cuenta con suelos de alabastro y frescos. Esta soberbia estancia dieciochesca exhibe una interesante colección artística, en la que destacan varias pinturas de Juan Rizzi, la arqueta de las reliquias de San Millán (s. XI), decorada con placas de marfil, oro y piedras preciosas, y la arqueta de San Felices (s. XI), con bajorrelieves románicos tallados en marfil.
Otras dependencias monacales son el Salón de los Reyes, el claustro y la biblioteca, cuyos fondos contienen unos 300 documentos medievales. También es posible admirar en ella su colección de códices, de entre los que sobresalen las Glosas Emilianenses, manuscrito del siglo XI en el que aparecen los primeros testimonios escritos de la lengua castellana y del euskera.
La importancia de San Millán de la Cogolla como cuna del castellano se vería reforzada en el siglo XIII, ya que allí vivió y se educó Gonzalo de Berceo, escritor y poeta medieval cuyas composiciones elevarían este idioma a la categoría de lengua literaria.
En las calles de San Millán de la Cogolla, el visitante podrá descubrir casas de arquitectura típica riojana, así como otros edificios destacados como son la ermita de Santa Potamia, del siglo XVIII, y la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen (s. XVIII), situada en la aldea de Lugar del Río.
"La Tierra con Nombre de Vino", en la jornada que tuvo lugar en San Millán el pasado 1 de agosto de 2009.