El escritor Antonio Gala cree que el islam "está mirando con ojos codiciosos" a lo que fue Al-Ándalus, por lo que ha advertido de que "quizá un día tengamos que defendernos del islam". Antonio Gala, que ha asistido a la inauguración de la XXVII Cata del Vino Montilla-Moriles en Córdoba y que en esta edición le homenajea, ha asegurado durante su discurso dirigido a los asistentes que "es curioso que el islam nos esté mirando con ojos codiciosos, cada vez más, porque somos la cabeza de Al-Ándalus y fuimos lo más alto de la estatura del islam". "Tanto, que hace poco tiempo -ha continuado Gala- que alguien, un mandante de entre ellos, me advirtió de que quizá algún día nosotros o nuestros sucesores tengamos que defendernos del islam. A botellazos si es preciso, los cordobeses con Montilla-Moriles".
El escritor ha aconsejado a los asistentes: "No olvidéis lo que hoy en broma os digo porque quienes aman siempre desean poseer aunque sea el cadáver de quienes amaron". Antonio Gala también ha elogiado la belleza de Córdoba, que ha calificado como "la más hermosa" del mundo y junto a la que el primer califa omeya de Córdoba, Abd al-Rahman III, construyó "la ciudad más hermosa del mundo, Medina Azahara", que estaba dedicada a su amada, Azahara.
Ha reflexionado sobre la figura de Abderramán III, que reinó durante más de cincuenta años, y ha considerado que este monarca árabe estaba tan satisfecho de las tierras sobre las que gobernaba que "debía pensar que todos los demás reyes eran realquilados con derecho a cocina". Sin embargo, el escritor ha recordado que el propio Abderramán III había reconocido, al final de su vida, que "había sido feliz 14 días en toda su vida, pero no seguidos".
El escritor también ha elogiado a otros cordobeses ilustres, como Lucano, Séneca, Maimónides o Averroes, quienes "no eran españoles, pero ya eran cordobeses", por lo que ha reivindicado la Capitalidad Europea de la Cultura en 2016 para esta ciudad andaluza. "Si no es así, la cabeza de las capitalidades está como una cabra", ha comentado, aunque ha reconocido que "hay competencias, casi todas desleales".