Un día como el de hoy, pero del año 1967, el cirujano Christiaan Barnard realiza, en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), el primer transplante de corazón. El receptor se llamaba Louis Washkansky. Era un comerciante de 55 años, desahuciado por un grave problema cardíaco al que se unía una diabetes aguda. El corazón del donante fue el de una oficinista : la jóven Denise Darvall, fallecida en un accidente de tránsito. El día anterior, una monja del Hospital Groote Schuur, llamó a la casa del doctor Barnard para informarle que habían llevado una muchacha de 25 años, atropellada por un automóvil, y con daños cerebrales irreversibles. Si moría, su corazón se podría usar en el primer transplante de la historia de la cirugía pues era del grupo sanguíneo adecuado y su padre estaba dispuesto a dar su consentimiento. Barnard llevaba varios años experimentado transplantes de corazón en animales. Éste sería el primero en un ser humano y sorprendería al mundo. La operación, llevada a cabo por un equipo de cirujanos, bajo la dirección de Barnard, duró 6 horas. Washkansky sobrevivió a ella , pero 12 días después, una radiografía reveló que tenía una mancha oscura en un pulmón. Su esposa le había notado un “catarro leve”, pero en realidad era una pulmonía, provocada por los mismos fármacos inmunodepresores suministrados para evitar el rechazo del nuevo órgano. Louis murió al amanecer del 21 de Diciembre. Su corazón, implantado 18 días antes, funcionó perfectamente hasta el momento final.
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