Un día como el de hoy, pero del año 1945, cinco aviones Avenger TBM-3, con 14 experimentados tripulantes, despegaron desde la ciudad de Fort Lauderdale, Estados Unidos, y se perdieron en el océano Atlántico, cerca del Estado de Florida. Tras 90 minutos de vuelo, el comandante de la misión, Teniente Charles C. Taylor, fue escuchado diciendo por radio : “No sé dónde estamos, debimos habernos perdido (…) mis brújulas están dañadas”. Tras intentar infructuosamente regresar a la base, mediante instrucciones de radio, los controladores aéreos perdieron contacto con él, así como con los demás aviones. Lo que debía ser un simple vuelo de práctica en un día de buen tiempo, se transformó en una tragedia : los cinco aviones militares habían desaparecido, luego de mostrar desorientación, fallas en los instrumentos y tras cruzar extraños mensajes con la torre de control y entre sí. Nunca se encontró el más mínimo rastro de ellos. Y el hidroavión, enviado al rescate, desaparecería también, aquél mismo día. Años después, luego de la desaparición de otros barcos y aviones en la misma zona, se comenzó a tejer todo tipo de conjeturas en torno a la posible existencia de un triángulo misterioso, cuyos ángulos se ubicarían en Fort Lauderdale, Puerto Rico y las islas Bermudas. Se habló de embudos interdimensionales y campos magnéticos, intentando desentrañar el misterio. Lo único que está claro es que, aquél incidente del 5 de Noviembre de 1945, dió origen a una de las leyendas más populares del siglo XX.