Tercer hijo de Enrique II de Inglaterra, ostentaba los títulos de duque de Aquitania y de Normandía y conde de Anjou. Hizo que el conde de Toulouse le prestara homenaje en 1175, lo que acrecentó su poder y le abocó a una guerra con sus hermanos. En 1173-74 y 1189-89 se rebeló contra su padre, apoyado por Felipe II de Francia. A la muerte de Enrique II en 1189 y de sus hermanos mayores, heredó la corona de Inglaterra.Participó en la tercera cruzada y acordó con Saladino (1192), soberano musulmán, un acuerdo por el cual los cristianos conservaban Acre y les era permitida la visita a los santos lugares de Jerusalén.
- Ricardo el príncipe: Ricardo era un principe Angevino ( de la casa de Anjou), de los llamados Plantagenet ( retama,que era el distintivo familiar). Heredaba el linaje de Normandia ( y con ella Inglaterra y Bretaña), el linaje de Anjou ( y con él el poitu y el propio Anjou) y el de Aquitania ( con la gran Aquitania como herencia). Era francés por todos los costados, y tenía mucho de Normando, pero solo una abuela inglesa. Nació en Oxford, sí, pero jamás dominó el inglés. Heredó el gran imperio angevino, que superaba a las posesiones del rey de Francia, pero solo después de ser un príncipe rebelde, siempre en conflicto e incluso en guerra contra su padre, Enrique II, el asesino de Santo Tomas Beckett, y el amante de la joven princesa Aelis, una niña de 9 años destinada a matrimoniar con sus hijos, y a la que tomó como concubina a tan corta edad.Ricardo fué un joven turbulento, ningún ejemplo de piedad filial.
- Ricardo el rey: Cómo rey fué un personaje belicoso, sin interés por Inglaterra. Toda su atención se centró siempre en los asuntos de Aquitania, y en la larga sucesión de guerras contra Francia que esto le supuso. Murió, sí, en medio de los continuos asedios de esta guerra, y no en busca de ningún tesoro. Fué invencible en el campo de batalla, y en más de una ocasión estuvo a punto de acabar con la vida de su enemigo, Felipe Augusto.
- Ricardo el cruzado: Fué el gran cruzado, entregado por completo a la causa santa ( que heredó por compromisos adquiridos por su padre). Combatió con valor, y obtuvo numerosos triunfos, pero en definitiva le faltó apoyo para obtener una verdadera victoria estratégica ante el abandono de Francia y de El Imperio. Fué un rey con Corazón de León, que cargaba a la cabeza de sus tropas…Pero en un mundo de corderos, Francia y el Imperio le cortaron la ruta de regreso a su Imperio, y fué capturado por los germanos sin que el papa moviese un dedo en favor de un rey protegido por la condición de Cruzado.