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De: IGNACIOAL (Mensaje original) |
Enviado: 06/03/2010 19:07 |
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Historia |
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Si existe un término municipal en el que podamos advertir a simple
vista el pulso de civilizaciones que constituyó la Reconquista y sus
consecuencias posteriores, éste es el de Fondón. Situado ya en el valle
del Andarax, por debajo del pueblo de Laujar, el cultivo de los campos
entre Fondón, Benecid y Fuente Victoria (los tres núcleos del municpio)
hablan de la cultura agraria morisca, pero la espectacular Fuente
Victoria enseña una arquitectura muy castellanizada y Fondón resume en
su Plaza Mayor dicho pulso de la historia: es una "plaza mayor" nacida
del ensanche de una calle real morisca.
Tanto Fondón como Fuente Victoria son dos
poblaciones de marcado valor urbanístico y arquitectónico. Sorprendente
es el conjunto monumental de Fondón, su iglesia de esbelta torre, el
ayuntamiento, la fuente principal, las viviendas señoriales que
destacan por las calles y rincones del pueblo, uno de las cuales, la
placeta de las Animas, es difícilmente olvidable para el que la haya
visitado. Fondón es tan morisca como cristiana y tan cristiana como
morisca.
La intensa islamización del Llano, entre otras circunstancias, se pone
de manifiesto por el hecho de que en 1.568 Codba (Fuente Victoria)
cuenta con 100 vecinos moriscos y 4 cristianos viejos; Fondón, 143 y 7,
respectivamente, y Benecid 60, todos moriscos. A causa del
levantamiento de 1568, los moriscos son expulsados del reino de
Granada, iniciándose un amplio proceso repoblador con cristianos
viejos. El actual municipio de Fondón fue dividido en dos concejos:
Codba (Fuente Victoria), en el que se establecen 79 repobladores, que
reciben 109 suertes (cada una de las cuales está formada por una
vivienda, quince barchelas y media de tierra de riego y seis fanegas y
media de secano), y Fondón, en el que se instalan 64 nuevos pobladores,
de los que 20 lo harán en Benecid, asignándoseles 91 suertes (cada una
de ellas
constituida por una vivienda, veintisiete barchelas de tierra de regadío y seis fanegas de secano).
"Iglesia"
El repartimiento de Fondón quedó ultimado a
finales de 1572, presentando sus repobladores una variada procedencia;
predominan los de Valdepeñas de Jaén, seguidos por los originarios de
Salamanca, los cuales no reciben igual número de suertes; así al
capitán Antonio de Sotomayor se le asignan ocho, mientras que a 35
nuevos vecinos se les da una a cada uno de ellos. A lo largo del siglo
XVII y de los posteriores se mantienen las estructuras agrarias
moriscas: persistencia de los sistemas de regadío y acequias: acentuada
parcelación y dispersión de las parcelas de un mismo propietario,
intenso policultivo en el regadío y mantenimiento de un cultivo
típicamente morisco como el del moral, del que todavía a mediados del
siglo XVIII existen 6.982 ejemplares en el término de Fondón y 1.568 en
el de Presidio (Fuente Victoria).
El proceso de castellanización y su
dinámica constructiva se refleja en el espacio y en la trama urbana; en
Fondón una serie de construcciones singulares, a pesar de la
tradicional denominación de «Plaza Mayor», no originan la misma, sino
un ensanche de la calle Real morisca, constituyendo un esbozo de tal
plaza, insertada por la civilización neorrepobladora en la densa trama
urbana morisca preexistente y delimitada por un interesante y
sorprendente conjunto monumental: suntuosas viviendas, la iglesia con
su esbelta torre, el pósito/ayuntamiento y la fuente principal,
conjunto monumental que se extiende por el resto del núcleo urbano:
placeta de las Animas, Casa de los Moral, etc.
El proceso de castellanización y su
dinámica constructiva se refleja en el espacio y en la trama urbana; en
Fondón una serie de construcciones singulares, a pesar de la
tradicional denominación de «Plaza Mayor», no originan la misma, sino
un ensanche de la calle Real morisca, constituyendo un esbozo de tal
plaza, insertada por la civilización neorrepobladora en la densa trama
urbana morisca preexistente y delimitada por un interesante y
sorprendente conjunto monumental: suntuosas viviendas, la iglesia con
su esbelta torre, el pósito/ayuntamiento y la fuente principal,
conjunto monumental que se extiende por el resto del núcleo urbano:
placeta de las Animas, Casa de los Moral, etc.
En Fuente Victoria (Codba, Presidio) el
modelo castellano es aún más patente: en el borde más significativo del
espacio urbano morisco, el que da vista a la vega y al río, se levantan
edificios de carácter nuevo, cuya construcción, por su envergadura, se
considera inadecuada o imposible en el casco morisco, como son el
pósito/concejo, la iglesia y la «casa grande» de los Palomar,
alineados, constituyendo el símbolo mismo de la nueva civilización
conquistadora y dinamizando el lazo de unión entre el núcleo de
población y el río de Andarax, proporcionando, por otra parte, uno de
los buenos principios de la arquitectura como es la utilización de
códigos expresivos para transmitir mensajes y en último término
información. En Benecid la iglesia es un testimonio de los templos del
siglo XVI en lugares de moriscos y es el germen de dos plazas, la Baja
y la Alta, aunque ésta es más bien un esbozo.
El régimen de propiedad dividido parece ser
que cambió a partir de comienzos del siglo III d. C. incrementándose
con el paso del tiempo; y a pesar de la crisis económica que afecta al
Imperio en este siglo, en Murgi se construyen mansiones como en la que
se encontró un mosaico de tema báquico y el mausoleo conocido con el
nombre de Daimuz.
"Edificio de Fondón" |
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"Ayuntamiento"
La acumulación de rentas agrarias, a las
que coyunturalmente se unieron las mineras, propició la aparición, a lo
largo de los siglos XVII, XVIII y XIX de un excepcional conjunto de
suntuosas casas. En la lista de votantes para la elección de diputados
a Cortes del año 1858, el mayor contribuyente del distrito de Berja
(Adra, La Alquería, Dalías, Berja, Fondón, Presidio, Laujar, Bayárcal,
Paterna, Alcolea, Darrícal y Benínar) era Francisco Godoy Moral, de
Fondón, con 8.360 reales.Las rentas decimales y otras ayudas, ya en los
últimos años del siglo XVI y a lo largo del XVII y del XVIII,
propiciaron la construcción de las nuevas iglesias de Fondón y Fuente
Victoria (Codba, Presidio) y ermitas como la de Nuestra Señora de los
Angeles.
En la segunda mitad del siglo XVIII, pueblo y concejo de Fondón costean
la realización de un espléndido camarín agregado al templo parroquial;
en la sesión del 16 de noviembre de 1763, los alcaldes y regidores
exponen que: «por quanto se está constuiendo un camarín, para colocar
en él la milagrosa imagen del Santísimo Christo de la Luz que se venera
en la yglesia parroquial de este lugar, para el que todos los conzejos
antezzesores an aiudado con alguna limosna para la prosecuzión de su
fábrica, e siendo aczión tan bien hecha y tan del servizio de Dios,
queriendo continuar este conzejo en la zitada devozión, por la
presente, acordavan y con efecto acordaron se haga una limosna de los
caudales de terzias, para el seguimiento de dicha, de la cantidad de
ochozientos noventa y dos reales vellón» (Archivo Municipal de Fondón.
"Torre del Campanario"
Libro de Tercias 1759-64);
arquitectónicamente es un camarín de planta rectangular de 7,45 x 4,32
m. con tres naves, una central grande con linterna, cúpula y pechinas,
flanqueada por otras dos pequeñas con bóvedas de cañón, en cuya
decoración mural nos encontramos con elementos figurativos con la
imitación de revestimientos de mármol. Al viejo templo de Benecid
también se le agregó, en fecha todavía indeterminada, un camarín
profusamente decorado en el interior y en el exterior.Los vecinos de
Fondón se abastecían de agua para el consumo doméstico en dos grandes
aljibes, de época musulmana, situados en las afueras del pueblo, los
cuales dejaban bastante que desear. Para remediar la situación, el
Concejo se plantea conducir el agua de un manantial de la sierra de
Gádor hasta el núcleo de población.
En el cabildo del 4 de mayo de 1790 se da a
conocer una orden de la intendencia de 17 de abril de este año, que
inserta otra del Consejo Real autorizando la construcción de «una
cañería y dos pilares públicos... por sesenta y un mil doscientos
cuarenta y un reales»; las obras, finalizadas en los primeros días de
diciembre, tanto las de conducción del agua, como las referentes a la
construcción de la monumental fuente mayor, fueron proyectadas y
diseñadas por Francisco Antonio Quintillán y Lois «maestro de
arquitecto de la intendencia general y obras de los propios de este
Reino... arquitecto académico de la de San Fernando de Madrid».
En la sesión del cabildo anteriormente
citada, 4 de mayo de 1790, en la que se trataba el proyecto sobre
abastecimiento de agua para el consumo doméstico, se expone que están
«la actual justicia y demás del ayuntamiento totalmente ocupados en el
grave cargo y pensión de las obras públicas que en la actualidad se
están construyendo»; no exageraban, ya que seis días después se
reanudaba la construcción, hasta entonces paralizada, del pósito, según
proyecto del arquitecto granadino Juan de Mata Velasco, por un importe
de 18.300 reales.
Las obras estaban finalizadas poco antes de
los tres meses, pues en la sesión del cabildo del 4 de agosto de 1790
se expone que se encuentra «levantada desde sus cimientos, con las dos
alturas que hoy tiene, esta Real Casa, su nuevo y famoso granero por
alto y estas dos salas bajas para el uso y comodidad de los capitulares
que siguieren en estos empleos, las cuales, en el interim que se
consigue el hacer casa capitular separada del pósito, servirán para
cabildos, juntas públicas y judiciales y demás concernientes a la real
jurisdicción y después las destinarán para separación de semillas y
oficinas de esta Real Panera» (Archivo Municipal de Fondón. Libro
Capitular del año 1790).
La actividad minera, muy antigua en nuestra
zona, conoció importantes fluctuaciones. El 7 de junio de 1791,
Leonardo Morales y Valdivia, cura de Presidio (Fuente Victoria),
informa a Tomás López que en el pueblo «hay fábrica de plomo y tan
antigua que del todo se ignora su principio» y el 26 de agosto de 1814
se requiere al ayuntamiento para que informe «de la conducta política,
servicios y adhesión de dichos empleados en las reales fábricas de
plomo y municiones de este pueblo, al gobierno intruso durante su
dominación». Respecto a las fluctuaciones de la minería, es
significativo lo manifiesto en la sesión del ayuntamiento de Presidio
(Fuente Victoria) del 2 de diciembre de 1832: «se hallan las minas
plomizas en una total decadencia en su término, razón de su poca
concurrencia; asimismo las fábricas de dicho género se hallan
desiertas».
Aparte de su patrimonio
histórico-artístico, el municipio de Fondón guarda otros atractivos: su
paisaje de vega/río y montaña/fuentes y las tradiciones de sus
habitantes, que pueden hacer el turismo rural/agroturismo un elemento
renovador, cualitativo e incluso testimonial en su faceta ecológica,
máxime cuando en la actualidad se constata un alarmante desconocimiento
de la geografía agraria, de los paisajes que el hombre ha generado
durante siglos, los cuales pueden ser descubiertos en Fondón-Benecid
-Fuente Victoria. Estos pueblos mantienen, frente al proceso de
universalización propicio a la desaparición de hechos que parecían
inmutables, sus tradiciones. |
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Ayuntamiento de Fondón (Cif: P-0404600-I) | http://www.fondon.es/ HISTORIA DE FONDÓN .
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HISTORIA DE FONDÓN
Portalmeria .com / DIPUTACIÓN DE ALMERÍA
http://www.portalmeria.com/index.asp?s=1&id=5&c=1&tit=Fond%F3n
Fondón
Alpujarra almeriense Nº de Habitantes: 1015 Extensión: 92 Kms2
LA LONJA . FONDÓN . ALPUJARRA ALMERIENSE .
Fondón; rincón privilegiado de la Alpujarra almeriense; es un pueblo, situado entre las cordilleras de Sierra de Gádor y Sierra Nevada en el curso alto del río Andarax, a cuya comarca pertenece. El pueblo se asienta en la ladera sur de Sierra de Gádor, a él están agregados la entidad local de Fuente Victoria y la pedanía de Benecid.
Se accede a la población por la comarcal que discurre y une las poblaciones de Dalias, Berja, Alcolea, Laujar de Andarax y Fondon, hasta Almería.
De la Prehistoria al Islam
El origen de los actuales asentamientos de Fondón, Benecid y Fuente Victoria es desconocido, pero muy antiguo.
La zona estuvo poblada al menos desde el Neolítico, a juzgar por las hachas de piedra encontradas en lugares como el Barranco del Infierno, cerca del río Andarax. Algo más reciente parecen ser los restos encontrados en Cerro Castillo, y sobre todo, en Fuente Ramírez, que se remontan al 2000 a. C., con lo que se demuestra una población bastante anterior al inicio de nuestra era.
También de antes de la era cristiana son los restos encontrados en gran cantidad en las antiguas minas de plomo de Sierra de Gádor. Así lo atestiguan los relatos que, con las nuevas explotaciones mineras a partir del siglo XVIII, nos hablan de lingotes de plomo, cadenas y herramientas, y de monedas y candiles con el escudo de la colonia griega Abdera (Adra). Estas explotaciones mineras nos hacen suponer la existencia de núcleos de población cercanos que las abasteciesen.
De época romana son los restos cerámicos de Las Paces, en Sierra Nevada, y de la Tumba del Gigante, en Sierra de Gádor, así como la recientemente excavada necrópolis de Benecid, asociada a un núcleo de explotación agrícola.
A causa de la escasez de fuentes escritas y de restos físicos conservados de las diferentes culturas que pasaron por nuestras tierras, este amplio periodo de la historia nos es prácticamente desconocido. No será hasta época musulmana cuando disponemos de fuentes más fiables y abundantes.
Debido a su situación al sur de la península, pronto estuvo bajo la influencia árabe, aunque la pervivencia del cristianismo en la zona pudo remontarse hasta más allá de las rebeliones de Ben Hafsum contra Abderramán III en el siglo X, en las que la población cristiana nativa luchó junto a tribus musulmanas de origen yemení contra el poder central cordobés.
1492-1568 Una difícil convivencia
Por las Capitulaciones de Santa Fe de 1492 se le entregó a Boabdil una parte considerable de La Alpujarra en señorío, convirtiéndose en un noble castellano más de riqueza media. Estableció su corte en la Taha de Andarax, y hasta su marcha a finales de 1493, Fondón le pertenecerá como una de sus posesiones.
Las Capitulaciones fueron bastante favorables para los vencidos, ya que se hallaban concebidas dentro de un espíritu de transigencia, dictadas aún por la vieja idea medieval de que había que “convivir con el moro”. Así los castellanos respetaron en gran medida las costumbres, administración, religión, idioma y propiedades de los mudéjares vencidos, al menos sobre el papel.
La marcha obligada de Boabdil a Berbería es un síntoma que indicaba que las Capitulaciones de Santa Fe no iban a resultar como se esperaban. Las tesis intransigentes del Cardenal Cisneros vencieron a las tolerantes de Fray Hernando de Talavera. Empezaron a recortarse las concesiones, lo que provocó la primera rebelión de La Alpujarra de 1500-01. En la guerra de sometimiento destaca el incendio de la mezquita de la cercana Laujar, en donde se había refugiado la población.
Al término de la rebelión, los mudéjares fueron obligados a bautizarse, convirtiéndose en moriscos, o a abandonar la península. Los bautismos se produjeron en masa y muy pocos abandonaron el país. Las mezquitas fueron convertidas en templos cristianos, pero tras el terremoto de 1522, comenzaron a construirse nuevas iglesias. En torno a 1550 y 1560 se construyen los tres templos de Fondón, Fuente Victoria y Benecid. La cristianización no fue la deseada, y mucho menos la castellanización. Los moriscos siguieron con sus prácticas musulmanas a escondidas (incluso tenían ritos para "desbautizar" a los niños), usaban sus nombres moros entre ellos y los cristianos en sus relaciones con los castellanos, acudían con asiduidad a los baños, y su asistencia a misa era obligada y castigadas sus ausencias.
La convivencia entre los dominadores castellanos y los moriscos sometidos era, pues, difícil y conflictiva, lo que provocaba la huída de los moriscos a África. La escasa población castellana prácticamente se limitaba a los clérigos, a los funcionarios y sus familias, caracterizados por lo general por una gran ambición, lo que generaba el rencor y la desconfianza morisca.
Durante esta época la población se dedicó principalmente al cultivo de los morales para alimentar los gusanos que producían una seda excelente y apreciada en la alcaicería de Granada. Por influencia castellana las viñas estaban en expansión, y era un cultivo dedicado a la exportación. Muy importante seguía siendo el cultivo intensivo de regadío, especialmente de subsistencia.
Al final del periodo morisco Fondón contaba con unas 150 familias, pero tan solo 7 de ellas eran de castellanos; 4 familias en Fuente Victoria frente a 100 moriscas, y entre los otros dos núcleos de Benecid y Abenzuete sumaban otro centenar de familias, todas moriscas.
1568-1572 El final del Fondón morisco.
Desde que se impusieran las tesis intransigentes del cardenal Cisneros contra los mudéjares vencidos y se les obligara a bautizarse, varias fueron los planes para intentar conseguir la castellanización de los moriscos. Numerosos edictos desde el emperador Carlos V, pretendieron que los moriscos abandonasen su idioma, costumbres y prácticas religiosas encubiertas. Pero siempre cedió la administración castellana por el dinero, del que tan necesitado estaba el emperador, que pagaban los moriscos para su suspensión o aplazamiento.
La persecución en el reinado de Felipe II se acentuó y tras una serie de malas cosechas, los moriscos se sublevaron en la Navidad de 1568. En esta guerra, Fondón, como toda su comarca, jugó un papel protagonista.
Los moriscos fueron acaudillados por el noble alpujarreño Fernando de Córdoba y Válor, Aben Humeya, nieto de uno de los cabecillas de la primera rebelión de 1501, y que se decía descendiente de califas omeyas cordobeses y reyes granadinos. Al poner su corte en la cercana Laujar, Fondón participó del principal escenario de la contienda.
Las primeras semanas fueron especialmente trágicas y estuvieron caracterizadas por las tropelías de Aben Farax y los monfíes (bandoleros moriscos). La mayoría de los castellanos fueron apresados en Fuente Victoria, lugar que por su situación había servido de punto de encuentro de los cristianos en los primeros momentos. Los moriscos asesinaron a todos los hombres y a los niños mayores de 10 años, reduciendo a la esclavitud a los demás. De aquellos acontecimientos todavía queda el topónimo de la Rambla de los Mártires, a las afueras de Fuente Victoria. Las iglesias de Fuente Victoria y de Fondón fueron incendiadas, pero no la de Benecid.
La guerra transcurrió con alternativas por ambos bandos y sustitución de los dirigentes por disensiones internas, hasta la aparición del hermano del rey Felipe II, Don Juan de Austria, quien condujo a la victoria al bando castellano. Las negociaciones de paz se concluyeron en el Cortijo de Hadid, en Fondón, que desde entonces se denomina de las Paces, el 13 de mayo de 1570. Don Juan de Austria trasladó su cuartel general a Fuente Victoria, desde donde se continuó el apaciguamiento morisco, que no obstante tardaría por las partidas que se escondieron en las sierras durante varios años.
Los moriscos sometidos y apresados fueron deportados a otros reinos peninsulares en noviembre de 1570, siendo muy pocos a los que se les permitió quedarse, y ninguno conocido en Fondón.
De entre los supervivientes, sólo unas poquísimas viudas y huérfanas volvieron a vivir a Fondón.
1572-1600 La repoblación
Durante casi un año Fondón estuvo prácticamente despoblado. Igualmente gran parte de las provincias actuales de Granada y Almería. La corona necesitaba reocupar este vacío por intereses de defensa y fiscales: los turcos y berberiscos eran una seria amenaza, y había que recuperar los ingresos por la seda. Esta repoblación tendrá una importancia decisiva para las nuevas estructuras agrarias y nuevos planteamientos urbanos, cuya huella ha llegado hasta hoy. Sin embargo se mantendrán elementos de las estructuras agrarias moriscas: persistencia de los sistemas de riego y acequias, atomización parcelaria, policultivo de regadío y persistencia de un cultivo de antigua tradición morisca, el moral. Los nuevos pobladores recibían unas condiciones muy beneficiosas: casas en propiedad y tierras distribuidas en suertes, pagando un diezmo de todo el producto, además del diezmo eclesiástico. Esta distribución quedaría reflejada en un libro de apeo guardado en el concejo o ayuntamiento. Pero el volumen poblacional y el económico de los nuevos pobladores tardará en recuperar el esplendor económico de la zona, anterior a la rebelión de 1568.
La mayor parte de los repobladores del nuevo concejo formado procedían de Valdepeñas de Jaén, seguidos de los del Valle del Jarama, entre Madrid y Guadalajara. Aunque la idea de Felipe II era crear una sociedad de iguales, por la sociedad estamental del Antiguo Régimen y la categoría social de algunos repobladores (por nobleza o servicios especiales a la Corona), se tuvo que crear unas suertes complementarias o ventajas para estos privilegiados. Aún así, se consolidó una estructura de la propiedad que ha llegado hasta el presente, basada en la dispersión y el minifundismo.
1600-1800 El nacimiento del actual Fondón.
Los pueblos del actual Fondón, tal y como los conocemos hoy en día, se formaron durante este periodo. La repoblación se había afianzado. Continuaban llegando nuevos vecinos, procedentes de otros pueblos alpujarreños, otras comarcas granadinas y de Navarra, especialmente. La paz apenas se verá turbada, excepto en ocasiones como el asalto turco de Adra de 1620, o la participación de fondoneros en las lejanas guerras de Portugal o Francia. Se roturan nuevas tierras en las sierras, la cabaña ganadera va en aumento y la producción de la seda se mantiene. La población aumenta y unas cuantas familias empiezan a enriquecerse considerablemente y a controlar las instituciones locales.
Este desarrollo económico y demográfico se refleja en el urbanismo desde muy pronto en el siglo XVII. Muchos huertos y solares de época morisca se edificaron con nuevas viviendas, se abre una plaza nueva por debajo de la iglesia, incluso se crea un barrio nuevo en el paraje de Las Piedras. También se construyen nuevos espacios religiosos: las ermitas de Ánimas, de Los Ángeles y de Las Angustias. Algunas de las casas palaciegas son igualmente de este siglo, destacando sobre todas ellas la de los Palomares, en Fuente Victoria.
El siglo XVIII comienza con el nacimiento de uno de los más ilustres hijos de Fondón, el escultor Andrés de Carvajal y Campos. Sin duda en su infancia debieron influir las nuevas esculturas y retablos con los que se estaban adornando los templos, para despertar su vocación artística.
Las mejores casas-palacios en Fondón son también de este siglo, así como el aspecto actual de los tres templos parroquiales. Del mismo modo, nuestras principales fiestas y tradiciones también tienen su origen en esta centuria.
Paralelamente a la crisis de la seda, la minería viene a sustituir su importancia económica. Aunque desde siglos atrás se explotaban minas de hierro y plomo, e importantes canteras de cal, es a partir de finales de este siglo XVIII cuando la minería, sobre todo de plomo, venga a convertirse en uno de los principales motores de la economía. Numerosos parajes se fueron llenando de pozos, a la vez que los boliches o fundiciones iban terminando con los bosques de encinas y el monte bajo. La minería propicia una fuerte inmigración que duró hasta mediados del siglo XIX.
De unos 300 habitantes con que se empieza este periodo, se termina con unos 1500.
1800-1936 Auge y declive minero.
Este es el periodo de más esplendor de la historia de Fondón. Aunque los comienzos no fueron fáciles. Para empezar, en el verano de 1804 se producen fuertes terremotos con numerosas víctimas y destrozos materiales, aunque en Fondón sólo hubo tres muertos. Y pocos años después la guerra de la Independencia, de 1808 a 1812. Además de los paisanos que marcharon a luchar a otras partes del país, y muchos no volvieron, la guerra se vivió muy de cerca en el propio pueblo. Partidas de guerrilleros como la del alcalde de Otívar, la de Padules o la del Moreno de Ohanes hacían emboscadas a las tropas francesas y a los cuerpos afrancesados de los Montañeros. Las represalias llegaban en forma de fusilamientos, violaciones y ahorcamientos, de los que no se libraron ni las familias poderosas.
Con la liberalización de la explotación minera en 1823, se producirá el gran "boom" minero, que hará que la población casi llegue a duplicarse en este periodo: en los años 20 del siglo XX se sobrepasa la cifra de 2800 habitantes.
A la economía hay que sumar ahora el cultivo de la uva de embarque, que vino a paliar los desastres en las viñas ocasionados por la filoxera.
La riqueza creada por las minas y la uva se invirtió en nuevas casas señoriales, y motivó que, para dar salida a estos productos, Fondón se incluyera con una estación en los nuevos planes del ferrocarril Linares-Almería a partir de 1871, aunque finalmente no se realizara.
En 1884 se anexiona Presidio de Andarax (actual Fuente Victoria), que había sido anejo de Laujar de Andarax desde que perdiera su autonomía municipal en 1882.
Con el declive de las minas de principios de siglo, se inicia también el de Fondón. La inmigración cesa, y ahora se convierte en emigración a Hispanoamérica, Europa y norte de África. Sólo en la década de los 20 parece haber un respiro con la construcción de la carretera a Canjáyar.
1936-2005 El presente.
La Guerra Civil se sufrió como en tantos otros lugares. A la irreparable pérdida de vidas, hubo que sumar las persecuciones y represalias durante y después del conflicto, y la desaparición de una importantísima parte de nuestro patrimonio artístico.
Durante los años del Franquismo se terminan de cerrar las minas, por lo que la emigración vuelve a aumentar, ahora a Almería, Madrid, Cataluña y Francia, principalmente. La agricultura, que no se moderniza para hacerse competitiva, entra también en una grave crisis. Solamente cultivos como la almendra, el olivo, y, últimamente, la viña, mantienen algunas expectativas de progreso. Pero la gran esperanza de futuro puede ser el turismo rural y residencial.
Con el desarrollismo de la década de los 60 llegaron a Fondón el teléfono y el agua potable en las casas. Poco a poco la diferencia con la vida en una ciudad se ha acortado. Si al comienzo de este periodo se sobrepasaban los 2000 habitantes, en la actualidad no se llega al millar. Fondón ha conservado hasta la actualidad construcciones y restos de diferentes culturas y épocas.
Basado fundamentalmente en las riquezas mineras y en la actividad agraria y ganadera, el asentamiento de grupos humanos en la zona es muy antiguo, como lo demuestran los numerosos yacimientos argáricos y la necrópolis romana de Benecid.
Dos son los momentos claves de nuestra historia.
El municipio fue escenario principal en la rebelión de los moriscos en la Navidad de 1568. En el denominado “Cortijo de las Paces” tuvieron lugar las negociaciones para la rendición morisca, estando presentes Don Juan de Austria y el capitán El-Habaquí. Como consecuencia de aquel acuerdo, Fondón quedó despoblado y tuvo que ser repoblado con nuevos vecinos, procedentes de Valdepeñas de Jaén, en su mayoría, y del Valle del Jarama, en Madrid, que procedieron a la castellanización del lugar.
El segundo gran momento histórico se vivió en el siglo XIX, con los acontecimientos de la Guerra de la Independencia, y, especialmente, con el auge de la minería del plomo, cuyos restos aún son visibles en multitud de lugares y parajes.
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