Mi madre y yo lo plantamos en el limite del patio
donde termina la casa, fue mi padre quien lo trajo
yo tenia cinco años y el apenas una rama, al
llegar la primavera abonamos bien la tierra y lo
cubrimos de agua, con trositos de madera hicimos
una barrera para que no se dañara.
Mi arbol broto mi infancia paso, hoy bajo su
sombra que tanto cresio tenemos recuerdos mi arbol
y yo.
Con el correr de los años con los pantalones
largos me llego la adolesencia, fue ala sombra de
mi arbol una sista de verano donde perdi la
inoscencia, luego fue tiempo de estudio con
regresos amenudos pero con plena conciencia, que
iniciaba un largo viaje solo de ida y pasajes me
gano la ausencia.
Mi arbol quedo y el tiempo paso hoy bajo su sombra
que tanto crecio tenemos recuerdos mi arbol y yo.
Muchos años an pasado y por fin eh regresado a mi
terrunio querido y en el limite del patio alli me
estaba esperando como se espera un amigo, parecia
sonreirme como queriendo decirme mira estoy lleno
de nidos, ese arbol que plantamos hace cuarenta y
tantos años siendo yo apenas un niño aquel que
broto y el tiempo paso mitad de mi vida con el se
quedo.
Hoy bajo su sombra que tanto crecio tenemos
recuerdos mi arbol y yo.
Alberto Cortez