Daniele Ricciarelli nació en Volterra, actual Lazio. De joven inició estudios con los artistas sieneses Il Sodoma y Baldassare Peruzzi, con los que no tuvo una buena relación. Se cree que acompañó a Peruzzi a Roma en 1535, ayudándole a pintar los frescos del Palazzo Massimo alle Colonne. Posteriormente ingresó como aprendiz de Perin del Vaga.
De 1538 a 1541 ayudó a Perin con los frescos de la villa del cardenal Trivulvives en Salonia, en la capilla Massimi de la iglesia de Trinità dei Monti y en la capilla de la crucifixión de San Marcello al Corso. Le encomendaron la pintura de otro fresco en el salón principal del Palazzo Massimo, sobre la vida de Quinto Fabio Máximo.
En Roma comenzó a trabajar en el círculo de Miguel Angel, y trabó amistad con el maestro, quien usó su influencia con el Papa Pablo III para asegurar a Daniele encargos y el puesto de superintendente de las obras vaticanas, cargo que mantendría hasta la muerte del Papa.
Miguel Angel le proveyó esbozos sobre los que Daniele basó algunas de sus pinturas, especialmente su serie de frescos en la capilla Orsini en Trinità dei Monti, cuyo encargo recibió en 1541.
Luego Daniele recibió del Papa Pablo III el encargo de completar la Sala Regia. A la muerte del Papa en 1549 perdió su cargo de superintendente y la pensión correspondiente.
Murió en Roma en 1566. De acuerdo a su testamento, la rodilla de mármol de la pierna faltante del Jesucristo de Miguel Angel estuvo en su poder en la época de su muerte.
La pintura más conocida de Daniele es su Descenso de la Cruz, realizado sobre esbozos de Miguel Angel en Trinità dei Monti alrededor de 1545. Esta obra fue muy apreciada en su tiempo y considerada a la altura de la Transfiguración de Rafael y la Última comunión de San Jerónimo de Domenichino. El díptico David venciendo a Goliat (c. 1555, Museo del Louvre) también parece haberse basado en esbozos de Miguel Angel, y por bastante tiempo, se atribuyó a éste.
Otras obras notables son La masacre de los inocentes (1557), un retrato dibujado que hizo de Miguel Angel, y un busto basado en un molde del rostro del maestro tomado luego de su muerte. El único retrato pintado por Volterra que se le atribuye con seguridad se conserva en el Museo del Prado de Madrid.
Entre las esculturas más conocidas, se encuentra la de Cleopatra en el Belvedere. Daniele recibió desde Francia el encargo de hacer una escultura ecuestre en bronce de Enrique II, pero solo terminó el caballo. Esta obra inconclusa fue más tarde utilizada para una estatua de Luis XIII en la Plaza de los Vosgos, destruida durante la revolución francesa.
Estilo
El estilo de Daniele como pintor se describe en la edición de la Enciclopedia Católica de 1913:
"Su obra se distingue por la belleza y el colorido, claridad, composición excelente, verdadero vigor, y una curiosamente extraña oposición entre luces y sombras. Cuando se acerca al estilo de Miguel Angel, es un artista relevante; cuando participa de las dulzuras de Sodoma, se convierte en manierista, portador de cierta belleza exagerada, Un autor reciente ha manifestado que exagera las peculiaridades de Miguel Angel, pisando las peligrosas alturas de lo sublime y -desposeído de las maneras calmadas de su maestro- corre el riesgo de caer...". Su posición frente a la crítica actual es muy diferente a la que se daba una generación atras, aproximándose a una visión verídica de su arte...""