" Como todo tiene un principio, el mito José Tomás se fraguó en tardes como esta. Se trataba de un torero reciente, ni mucho menos la figura mediatica de hoy, se anunciaba con una corrida de Alcurrucen, y en buena medida, su carrera, podía decantarse en citas como esta. Todo comenzó el 27 de mayo de mil novecientos noventa y siete..."
( Jorge Ponce ) .
" Vivir sin torear no es vivir " . (JOSÉ TOMÁS) .
José Tomas a Joaquín Sabina y viceversa ...
Qué ilusión me ha hecho encontrar entre las páginas de El País esta mañana con un texto escrito por Joaquín Sabina de alabanzas y cariño hacia José Tomás. Joaquín no sólo escribe muy bien en verso, sino que es un gran escritor de prosa, aunque esto más bien es un artículo periodístico (hay que recordar que Sabina, antes que cantante, fue periodista en un diario de Mallorca). Os dejo un fragmente del artículo, que podéis leer íntegramente aquí:
Mis hijas no han visto nunca (ni ganas) una corrida de toros: pa lo que había que ver... Pero su padre les contará, babeando de orgullo y emoción, que una tarde en Linares, en el 60º aniversario de la muerte de Manolete, parece que fue ayer, y minutos antes del torniquete de corbatín que no impidió que regara la arena con su sangre, le brindó un toro José Tomás, esta vez, sí, de purísima y oro. (...)
Tendido 2. Bordados de capote en la barrera. Allá se vino con esa solemne naturalidad marca de la casa que atesora como un sacerdote que oficiara un rito pagano y olvidado. Yo me desmonteré también, temblando (pedazo de panamá, oiga). No diré lo que dijo en el brindis. Eso queda para mí. Pero supe lo que se siente con una montera húmeda en la mano cuando el torero, mi torero, se inmola en el culto sagrado de la vergüenza torera, la pasión y la sangre. También sé que no podré explicarlo.(...)
En tiempos de emociones tan triviales, tan de usar y tirar, la mano izquierda de Tomás redime. Que se lo pregunten a Vicente Amigo, a Jorge Sanz, a José Ramón de la Morena y a tantos otros, incluido el sublime Morante de la Puebla, que ayer lo vio, estupefacto, como yo. A estas alturas de cantantes todo a cien, poetas muertos y controles antidoping, me queda una sola adicción y la más grave: se llama José Tomás y, como cura de todo, no tengo intenciones de curarme. Gracias, amigo. Salud, maestro. Cuídate lo justo.
José Tomás Román Martín. Así se llama el torero que en los tiempos que corren, de crisis desenfrenada, está llenando las plazas de toros. Con la polémica de no querer que la televisión le retransmita sus corridas está provocando que el aficionado taurino se desplace cientos de kilómetros para verle torear. La revolución de épocas como las del Córdobes ha vuelto.
A los doce años debutó en público en la plaza de Colmenarejo. Ya tenía maneras, ya apuntaba lo que iba a ser en un futuro. Pero después de debutar con picadores en Benidorm, después de presentarse en las Ventas de Madrid, y con actuaciones muy destacadas en diferentes plazas tuvo que marcharse a México. El motivo el de siempre. El dinero. Decidió abrirse camino en aquellas tierras sin tener que pagar por torear. No le costó mucho hacerse eco con su toreo, quedándose a tomar la alternativa en el Coso de Insurgentes, la plaza de toros más grande del mundo, La Plaza México.
El torero José Tomás volteado en la plaza de toros de las Ventas
Confirmó la alternativa un 14 de mayo de 1996 de manos del maestro Ortega Cano y de Jesulín de Ubrique, lanzando su carrera por todo lo alto hasta crear una forma de enterder los toros, de ver el toreo diferente a los demás aficionados. Esa quietud delante de la cara de los toros, ese terreno que pisa, le han hecho tener numerosas cogidas y cornadas. La imagen típica del torero saliendo a hombros por la Puerta Grande, con el traje roto y lleno de sangre, simplemente es José Tomás.