Alfonso XIII de Borbón (Madrid, 17 de mayo de 1886 Roma, 28 de
febrero de 1941) fue rey de España desde su nacimiento hasta la
proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Asumió el poder
a los 16 años de edad, el 17 de mayo de 1902. Durante su reinado, la
España aturdida por el Desastre del 98 experimentó un inmenso progreso
económico, social y cultural. En palabras de Salvador de Madariaga: Bajo
Alfonso XIII, España llega a ser nación industrial, alcanza el mayor
nivel de población desde época romana, retorna a adornar el mundo de la
cultura, que casi había abandonado desde que con tanto esplendor brilló
en el siglo XVI, vuelve a plena participación en la política
internacional durante la guerra europea y al abrirse la cuestión de
Marruecos; reconquista espiritualmente la América que había
descubierto, poblado, civilizado y perdido, y, por último, ve grandes
problemas sociales y nacionales surgir en su vida interior y estimular
su pensamiento político. España. Ensayo de historia contemporánea. Sin
embargo, España sufría cuatro problemas de suma importancia que darían
al traste con la Monarquía liberal: la falta de una verdadera
representatividad política de amplios grupos sociales; la pésima
situación de las clases populares, en especial las campesinas; los
problemas derivados de la Guerra del Rif; y el nacionalismo catalán,
espoleado por la poderosa burguesía barcelonesa. Esta turbulencia
política y social impidió que los partidos turnistas lograran implantar
una verdadera democracia liberal, lo que condujo al establecimiento de
la Dictadura de Primo de Rivera, aceptada por el monarca. Con el
fracaso político de ésta, el monarca impulsó una vuelta a la normalidad
democrática con intención de regenerar el régimen. No obstante, fue
abandonado por toda la clase política, que se sintió traicionada por el
apoyo del rey a la Dictadura de Primo de Rivera. Abandonó España
tras las elecciones municipales de abril de 1931, que fueron tomadas
como un plebiscito entre monarquía o república. Enterrado en Roma, sus
restos no fueron trasladados hasta 1980 al Panteón de los Reyes del
Monasterio de El Escorial. Primo de Rivera formó un gobierno al que
denominó directorio, que estuvo compuesto en un primer momento
exclusivamente por militares (Directorio Militar) y, posteriormente
(1925), tuvo un carácter civil (Directorio Civil). Durante la Dictadura
se puso fin a la Guerra de Marruecos con el Desembarco de Alhucemas en
1925, que permitió la conquista española definitiva del Rif en 1927. En
1929 se celebraron la Exposición Universal en Barcelona y la
Iberoamericana en Sevilla, pero la oposición creciente que generó el
dictador, especialmente extendida entre estudiantes, intelectuales y el
cuerpo de Artillería (se oponía a la reforma que pretendía el dictador
de su sistema de ascensos), hicieron que Alfonso XIII apartase a Miguel
Primo de Rivera del gobierno el 29 de enero de 1930, nombrando
presidente del consejo de ministros al general Dámaso Berenguer con la
intención de retornar al régimen constitucional.2 Este nuevo período se
conoció enseguida como «la Dictablanda», por contraste con la dictadura
anterior.
Tras
la caída del dictador —que falleció semanas después—, aumentaron las
manifestaciones antimonárquicas, se acusó al rey de haber auspiciado la
dictadura de Primo de Rivera y de tener responsabilidades en el
Desastre de Annual. Ese año los partidos republicanos se unieron frente
a la monarquía con la firma del Pacto de San Sebastián. Hubo
pronunciamientos militares republicanos que fueron frustrados por el
gobierno en la base aérea de Cuatro Vientos (Madrid) y en Jaca (éste
último encabezado por los capitanes Fermín Galán y Ángel García
Hernández, que fueron fusilados tras un consejo de guerra). En
febrero de 1931 el almirante Juan Bautista Aznar fue designado
presidente del consejo por Alfonso XIII. Su gobierno convocó elecciones
municipales el 12 de abril de 1931. Al conocerse en las elecciones
mencionadas la victoria en las ciudades de las candidaturas
republicanas, el 14 de abril se proclamó la Segunda República. El rey
abandonó el país ese mismo día, renunciando a la Jefatura del Estado,
pero sin una abdicación formal. En la noche del 14 al 15 partió de
Madrid hacia Cartagena al volante de su automóvil Duesenberg y desde
allí zarpó para Marsella en un buque de la Armada Española para
trasladarse después a París. Su familia salió en tren desde Aranjuez a
la mañana siguiente.
Se denomina
Guerra Civil Española a la guerra civil que tuvo lugar en España entre
el pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936 y el último parte de
guerra firmado por Francisco Franco el 1 de abril de 1939. Suele
dársele también el nombre de guerra de España, que comparte con otras
guerras civiles del siglo XIX (las guerras carlistas). Los bandos en
contienda se denominaron a sí mismos bando nacional (el vencedor,
organizado en torno a los militares sublevados) y bando republicano (el
perdedor, que se fue constituyendo en torno al gobierno de la Segunda
República Española, ejercido por el Frente Popular desde las elecciones
de febrero de 1936); mientras que recibían de su contrario los
adjetivos de fascista y rojo. En líneas generales, se identificaban
respectivamente con la derecha política y la izquierda política, las
clases altas (que en zonas de pequeña propiedad agrícola -Galicia,
Castilla la Vieja, Navarra- contaban con apoyos más amplios) y el
movimiento obrero (muy dividido, que protagonizó durante la guerra una
frustrada Revolución española y violentos enfrentamientos internos), la
iglesia católica y el anticlericalismo (con significativas excepciones,
como el nacionalismo vasco), y con distintas ideas de España y opciones
de organización territorial, de forma de Estado o de su misma
existencia. El contexto internacional pasaba por los momentos
críticos anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Mientras que las
democracias liberales (Inglaterra y Francia) procuraron el
mantenimiento de una política de no intervención, cada uno de los
bandos fue claramente apoyado por las potencias identificadas con el
fascismo (la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini) y el
comunismo (la Unión Soviética de Stalin). El tema de la Guerra Civil
es el de mayor producción literaria de toda la historiografía
española,2 así como el más polémico y generador de debate social y
político (véase memoria histórica). Ni siquiera en las fechas hay
acuerdo total: los denominados revisionistas proponen la revolución de
1934 como inicio de la guerra, mientras que la propia declaración del
estado de guerra fue divergente en ambos bandos: el gobierno
republicano no declaró el estado de guerra hasta casi su final (para
mantener el control civil de todas las instituciones), mientras que el
gobierno de Franco no levantó la declaración hasta varios años después
de terminada (para garantizar su control militar). Las consecuencias
de la Guerra civil han marcado en gran medida la historia posterior de
España, por lo excepcionalmente dramáticas y duraderas: tanto las
demográficas (aumento de la mortalidad y descenso de la natalidad que
marcaron la pirámide de población durante generaciones) como las
materiales (destrucción de las ciudades, la estructura económica, el
patrimonio artístico), intelectuales (fin de la denominada Edad de
Plata de las letras y ciencias españolas) y políticas (la represión en
la retaguardia de ambas zonas -mantenida por los vencedores con mayor o
menor intensidad durante todo el franquismo- y el exilio de los
perdedores), y que se perpetuaron mucho más allá de la prolongada
posguerra, incluyendo la excepcionalidad geopolítica del mantenimiento
del régimen de Franco hasta 1975. En octubre de 1931, Manuel Azaña, que para entonces ocupaba la jefatura del Gobierno republicano, declaró:10 España ha dejado de ser católica... El Sol, 14 de octubre de 1931
Actuando
su gobierno en consonancia con ello. Desvinculando la Iglesia del
Estado, mostrando así el avance hacia un Estado Laico, en consecuencia
los subsidios que se otorgaban al clero quedaron abolidos. La educación
no debía tener carácter religioso, sino que debía ser suministrada y
subvencionada por el Estado (que aún con dificultades económicas,
debido a las deudas por indemnizaciones del programa de desamortización
de terrenos agrarios, fomentó la educación pública e inició la creación
de nuevas escuelas), se introdujo el matrimonio civil, el divorcio y el
entierro civil. Las reformas fueron interpretadas como un ataque hacia
la Iglesia. El cardenal Pedro Segura y Sáenz se lamentó de este «severo
golpe» y temió por la hegemonía eclesiástica en la nación. Desde este
momento las diferencias entre la jerarquía eclesiástica y el gobierno
de la Segunda República Española se irían haciendo mayores.
La Guerra Civil: Una Cruzada
El
golpe de Estado tenía motivos políticos, pero el conflicto pronto tomó
un cariz religioso. La Iglesia Católica, cuyo poder había sido
socavado, se convirtió en blanco de ataques. Trece obispos, 4.184
sacerdotes, 2.365 religiosos, 263 monjas y millares de personas
vinculadas a asociaciones confesionales o meramente católicas
practicantes fueron asesinados por revolucionarios opuestos al golpe
militar, que equiparaban a la Iglesia Española con la derecha. Se
saqueó y prendió fuego a iglesias y monasterios.
Antes del Pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936 una serie de hechos alarmaron a la opinión pública. Entre
febrero y julio de 1936 se produjeron grandes disturbios en la calle,
contabilizándose centenares de tiroteos y decenas de muertos, además de
asaltos a iglesias, partidos políticos o periódicos. El 14 de abril
de 1936 se produce el desfile de conmemoración del Quinto aniversario
de la República, presidido por Manuel Azaña. Durante el paso de la
Guardia Civil, los abucheos y los disturbios fueron abundantes, ya que
se dudaba de la fidelidad al Gobierno de la misma, y el resultado fue
la muerte del alférez De los Reyes durante una trifulca. Pero el 16
de abril el entierro constituyó una excusa para que la derecha se
echase a la calle para protestar efusivamente; la comitiva, que quiso
recorrer mucha más distancia que la que la separaba del cementerio,
acabó por provocar trifulcas (existen fotografías de tiroteos por las
calles) que hicieron entrar en juego a los Guardias de Asalto. En todo
este caos, resulta muerto Andrés Sáenz de Heredia (primo de José
Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange), y una muchedumbre, al
observar cómo el teniente José del Castillo Sáez de Tejada dispara a un
joven tradicionalista (carlista), José Llaguno Acha, enfurece e intenta
lincharlo. Tanto el joven como él necesitaron atención médica. Y el
12 de julio, el mencionado José del Castillo Sáez de Tejada muere
asesinado mientras pasea tranquilamente por la calle (probablemente por
falangistas.16 Castillo era conocido por su activismo izquierdista y
por negarse a intervenir contra los rebeldes de la Revolución de
Asturias, «Yo no tiro sobre el pueblo» fueron sus palabras, y este acto
de rebeldía le costaría un año de cárcel. La conmoción por el
asesinato no tardó en extenderse entre la propia Guardia de Asalto a la
que él pertenecía. Y a la madrugada siguiente, en represalia, un grupo
de guardias, al no encontrar en su casa a Gil-Robles, secuestran y
matan a José Calvo Sotelo, quien era miembro de las Cortes y líder de
la oposición al Frente Popular y había sido ministro de finanzas
durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Este crimen convenció
de la necesidad de dar el golpe de Estado a los militares que aún
estaban indecisos, entre ellos y según Preston, a Franco. Este golpe de
Estado estaba preparado por Mola (el Director) para mediados o finales
de julio desde hacía tiempo (el Dragon Rapide ya estaba en camino), y
contaba con el apoyo de la Falange y de los movimientos conservadores y
católicos. El levantamiento acababa de comenzar. La represión en retaguardia
Durante
los primeros días, unas 50.000 personas que quedaron atrapadas en el
bando contrario fueron ejecutadas mediante los llamados paseos. Estos
eran realizados por grupos armados que iban a buscar a la gente a sus
casas o las cárceles donde se hallaban presos y bajo el eufemismo de
vamos a dar un paseo los llevaban a cualquier carretera o a las tapias
del cementerio y los ejecutaban. Posiblemente el más divulgado, por
la personalidad del ejecutado, de tales ajusticiamientos, entre los
llevados a cabo por el bando nacionalista, sea el del poeta y
dramaturgo Federico García Lorca en el barranco de Víznar en Granada.
También adquirió gran relevancia la masacre de Badajoz, perpetrada por
las tropas sublevadas tras la toma de la ciudad. Por parte del bando
republicano se puede citar el caso de los presos sacados de las
cárceles de Madrid (entre los que se encontraba el dramaturgo Pedro
Muñoz Seca) y ejecutados en la localidad de Paracuellos, hecho que se
asocia con la figura de Santiago Carrillo, responsable de Orden Público
en aquellos días. En el contexto de la guerra fueron muchos los que
se aprovecharon para realizar tan macabros actos, a veces por venganza
sin relación con la propia contienda, y cuando una zona caía en manos
de uno u otro bando, no tardaban en llegar los paseos. Especialmente
cruel para la población fue el caso de las localidades que fueron
intermitentemente ocupadas por ambos bandos, con las consiguientes y
repetidas ejecuciones y venganzas. En la zona bajo control de la
República, los enfrentamientos entre milicias y facciones opuestas
también sirvieron de coartada a episodios de represión sangrientos,
como en el caso de los levantamientos populares de Barcelona en mayo de
1937. El militar Ramón Salas Larrazábal estudió las cifras de
víctimas que pudieron morir en estas retaguardias. Consideró, según sus
estudios que todas las víctimas fueron inscritas en los Registros
Civiles, haciendo un cálculo aproximado de las muertes de la Guerra. En
el Anexo:Mortalidad en la Guerra Civil Española, por inscripción en
juzgados, se puede ver un resumen de sus conclusiones.
Francisco Franco Bahamonde (Ferrol, La Coruña, 4 de diciembre de
1892 Madrid, 20 de noviembre de 1975), conocido como Francisco Franco o
simplemente Franco, fue un militar y dictador español, y uno de los
líderes del pronunciamiento militar de 1936 que desembocó en la Guerra
Civil Española. Fue investido como Jefe Supremo del bando sublevado
el 1 de octubre de 1936, ejerciendo como Jefe de Estado de España desde
el término del conflicto, hasta su fallecimiento en 1975. El
principio de la carrera militar de Franco quedó marcada por la Guerra
del Rif en Marruecos, alcanzando la graduación de general en 1926.
Durante la Segunda República Española, tras dirigir la Academia Militar
de Zaragoza, le fue encomendada en otoño de 1934 la dirección de las
operaciones militares para sofocar y reprimir el movimiento obrero
armado que había declarado la revolución social en Asturias en 1934.
Tras el triunfo del Frente Popular, descubierto el intento de golpe de
Estado de varios generales, y existiendo sólo sospechas sobre sus
integrantes, el Gobierno alejó de los centros de poder a los generales
más proclives a la sedición, destinando a Franco a las Islas Canarias. En
julio de 1936, tras muchas indecisiones, se une al golpe de Estado
liderado por el general Sanjurjo y el general Mola contra el gobierno
de la Segunda República Española poniéndose al frente del ejercito de
África. El golpe fracasó y dio lugar a una guerra civil. Después
de la victoria en la Guerra Civil del bando sublevado continuó una
durísima represión ya iniciada desde principios de la guerra. Tras
la caída de Alemania e Italia, el régimen franquista sufrió la
reprobación de las Naciones Unidas por su demostrada colaboración con
el Eje, impidiendo la entrada de España en el recien creado organismo y
recomendando la retirada de embajadores. Franco desestimó las críticas
internacionales considerando que eran obra de la conspiración
masónica.4 España sufrió un relativo aislamiento internacional roto
principalmente por la Argentina de Perón y Portugal (el régimen de
Salazar). En 1945, Franco retira las banderas y símbolos nazis y
fascistas de los diferentes organismos, apartando del gobierno a los
más significados defensdores del Eje. La oposición de otros paises,
especialmente Gran Bretaña, obligó a EE. UU. a reconducir su inciativa
y firmar un tratado bilateral que incluyó la instalación de bases
militares estadounidenses en territorio español. La firma del tratado
supuso un triunfo para Franco ya que con él se inciaba claramente el
desbloqueo internacional. El presidente Eisenhower y, posteriormente,
Richard Nixon viajaron a España explicitando así su apoyo a Franco. Franco
intentó instaurar un sistema económico autárquico. El rechazo de las
ofertas de crédito británica y estadounidense provocó la escasez de
alimentos y materias primas que, sumado a la corrupción y a la
generalización del mercado negro, mantuvieron a España en la penuria
hasta bien entrados los años cincuenta.6 Despues de 1959, con la
entrada en el gobierno de los "tecnócratas" y el abandono de las
políticas autarquicas, la economía experimentó una profunda
transformación, desarrollándose planes de "estabilización y desarrollo"
atendiendo a las recomendaciones internacionales que condujeron a la
recuperación económica. En su última etapa se inició un retroceso
en las relaciones internacionales que exigían una apertura a posiciones
democráticas. La solicitud española de entrada en la CEE fue rechazada
y su posible entrada se vincula a reformas democráticas, el proceso de
Burgos supuso el descredito internacional del Régimen. En el interior,
los trabajadores agrupados, principalmente en torno a Comisiones
Obreras, se mostraban especialmente activos contra el Régimen; la
oposición democrática presentaba un frente común al que se sumaron
sectores de la economia que consideraron al Régimen como un lastre y
sectores de la Iglesia apoyan las reivindicaciones de los trabajadores
y a la oposición.8 ETA y otras organizaciones terroristas también se
convirtieron en un problema creciente. El 14 de octubre de 1975
comienza su último deterioro físico, el 25 de octubre se le administra
la extremaunción y, desde entonces, es mantenido vivo por su entorno
intentando una solución sucesoria acorde con sus intereses. Franco
muere, finalmente, el 20 de noviembre.
¿¡ Españoles Franco ... ha muerto ?! CARLOS ARIAS NAVARRO .
Franco murió en la madrugada del 20 de noviembre de 1975. Su testamento
oficial fue leído en la radio y televisión públicas de España por el
entonces jefe de gobierno, Carlos Arias Navarro.
En él, Franco reafirmaba los ideales que le caracterizaron toda su
vida:
"Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo,
entrega y abnegación, en la gran empresa de hacer una España unida,
grande y libre.(...) No olvidéis que los enemigos de España y de la
civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello
deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo
español toda mira personal. (...)Mantened la unidad de las tierras de
España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de
la fortaleza de la unidad de la patria.
Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de
España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los
umbrales de mi muerte, "iArriba España! iViva España!."
http://www.bbc.co.uk/spanish/specials/1430_franco/index.shtml ESPAÑA 1975 - 2005 .
La Transición
Española es el periodo histórico en el que se da el proceso por el que
España deja atrás el régimen dictatorial del general Francisco Franco,
pasando a regirse por una Constitución que consagraba un Estado social,
democrático y de Derecho. Respecto a la duración exacta de la
transición, algunos la enmarcan dentro del periodo comprendido entre la
proclamación de Juan Carlos I de Borbón como rey de España el 22 de
noviembre de 1975 y la entrada en vigor de la Constitución, el 29 de
diciembre de 1978. Otros muchos la sitúan entre dos fechas clave: el 20
de noviembre de 1975, cuando fallece el dictador Francisco Franco; y el
28 de octubre de 1982, año en que deja de gobernar la Unión de Centro
Democrático (UCD), partido que promovió el cambio de régimen político y
la aprobación de la Constitución del 78, en cuya elaboración participó
con tres de los siete ponentes que se encargaron de la redacción del
texto. No obstante, también es posible encontrar autores que sitúan el
inicio de la transición en la aprobación de la Ley Orgánica del Estado
en 1966 o que prolongan su duración hasta las elecciones del año 1996
en las que ganó el Partido Popular. Centrándonos en el periodo que
suele considerarse por los historiadores como el más preciso, se
iniciaría con la muerte del general Franco, el 20 de noviembre de 1975.
El denominado Consejo de Regencia asumió, de forma transitoria, las
funciones de la Jefatura del Estado hasta el 22 de noviembre, fecha en
la que es proclamado rey ante las Cortes y el Consejo del Reino Juan
Carlos I de Borbón. El rey confirmó en su puesto al Presidente del
Gobierno del régimen franquista, Carlos Arias Navarro. No obstante,
pronto se manifestaría la dificultad de llevar a cabo reformas
políticas bajo su Gobierno, lo que produciría un distanciamiento cada
vez mayor entre Arias Navarro y Juan Carlos I. Finalmente el Presidente
del Gobierno presentó su dimisión al rey el día 1 de julio de 1976.
Arias Navarro sería relevado en su cargo por Adolfo Suárez, quien se
encargaría de entablar las conversaciones con los principales líderes
de los diferentes partidos políticos y fuerzas sociales, más o menos
legales o toleradas, de cara a instaurar un régimen democrático en
España. El camino utilizado fue la elaboración de una nueva Ley
Fundamental, la octava, la Ley para la Reforma Política que, no sin
tensiones, fue finalmente aprobada por las Cortes y sometida a
referéndum el día 15 de diciembre de 1976. Como consecuencia de su
aprobación por el pueblo español, esta ley se promulgó el 4 de enero de
1977. Esta norma contenía la derogación tácita del sistema político
franquista en sólo cinco artículos y una convocatoria de elecciones
democráticas. Estas elecciones se celebraron finalmente el día 15 de
junio de 1977. Eran las primeras elecciones democráticas desde la
guerra civil. Unión de Centro Democrático es el partido más votado
aunque no alcanza la mayoría absoluta y es el partido encargado de
formar gobierno. A partir de ese momento comienza el proceso de
construcción de la democracia en España y de la redacción de una nueva
Constitución. El 6 de diciembre de 1978 se aprobó en referéndum la Constitución Española, entrando en vigor el 29 de diciembre. A
principios de 1981 dimite Adolfo Suárez debido al distanciamiento con
el rey y a las presiones internas de su partido. Durante la celebración
de la votación en el Congreso de los Diputados para elegir como sucesor
a Leopoldo Calvo-Sotelo se produce el golpe de Estado dirigido por
Antonio Tejero, Alfonso Armada y Jaime Milans del Bosch, entre otros.
El golpe, conocido como 23-F, fracasará. Las tensiones internas de
la UCD provocarían su desintegración a lo largo de 1981 y 1982. El
segmento democristiano terminaría integrándose con Alianza Popular,
pasando así a ocupar la franja de centro-derecha. Por otro lado, los
miembros más cercanos a la socialdemocracia se unirían a las filas del
Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El PSOE sucedió a la UCD
tras obtener mayoría absoluta en las elecciones generales del 82,
ocupando 202 de los 350 escaños, y comenzando así la II Legislatura de
España. Por primera vez desde las elecciones generales de 1936, un
partido considerado de izquierdas o progresista iba a formar gobierno.
LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA . ESPAÑA EN LA MEMORIA
Los comienzos de la dictadura de Primo de Rivera. Documento extraído del programa "España en la Memoria" de Intereconomía Televisión, presentado y dirigido por Alfonso Arteseros.