En Mali, a 80 Km. al Norte de la bella Tombuctu, en una remota duna del desierto del Sáhara, llamado Essakane, cada año tiene lugar un encuentro de músicos de todas las razas y de todos los rincones de Mali y sus alrededores. El motivo del encuentro es tan bueno como la música que se escucha. Se celebra la paz. Se canta un abrazo. Nos asomamos a la duna con discreción, como los djins, los geniecillos de africa, pero con la única intención de sumarnos y apoyar ésta esperanzadora iniciativa.