El departamento de Anatomía de la Universidad Complutense de Madrid conserva una momia identificada como la hija del Doctor Velasco, la misma que el famoso médico tuvo expuesta en lo que hoy es el Museo Nacional de Antropología.
En el Departamento de Anatomía y Embriología Humana, de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, se encuentra la momia de una mujer joven, en buen estado de conservación. Sobre la identidad de la momia hay dudas importantes, pero la leyenda popular la identifica como el cuerpo momificado de la hija del doctor Pedro González de Velasco, famoso médico y fundador del Museo Nacional de Antropología.
Pedro González de Velasco, nacido en 1815 en un pueblo de Segovia, pertenecía a una humilde familia de labradores que además poseían una modestísima posada. Huérfano de padre cuando era niño y con cinco hermanos más, ingresó a los doce años en el Seminario de Segovia, donde se educó, recibiendo las órdenes menores. Durante la Primera Guerra Carlista y tras la Real Orden de Exclaustración Eclesiástica, Velasco es movilizado. Seis años más tarde, disuelto el batallón, llega a Madrid en la más absoluta miseria.
Durante los años siguientes trabaja en el servicio doméstico de casas aristocráticas al tiempo que realiza estudios de Cirujano de tercera clase y estudios de anatomía, pasando día y noche en el depósito de cadáveres haciendo disecciones. En 1842 es destinado al ejército de operaciones de Andalucía, disuelto el cual regresa a Madrid y establece una humilde pensión en la calle Santa Isabel, cerca de la Facultad de Medicina, junto con su hermana y con una antigua conocida de sus tiempos de sirviente doméstico. Esta mujer, Engracia Pérez, será la madre de su única hija, Conchita.
En 1843 inicia los estudios de Medicina, obteniendo el grado de doctor siete años más tarde. Durante todos estos años y más tarde, cuando es nombrado cirujano interino del Hospital General, se dedica incansablemente a la disección y preparación de cadáveres humanos y de animales para su conservación. En 1857 es nombrado director de los museos anatómicos, disfrutando ya de gran fama y prestigio como cirujano y habiendo logrado reunir una considerable fortuna.
Velasco no se había casado con la madre de su hija, nacida en 1849, puesto que no podía hacerlo dado que había recibido las órdenes menores en su juventud. Ahora que era una persona de prestigio, conocido y estimado, pensó en la difícil situación que esperaba a su hija, a la que adoraba, como hija ilegítima y decidió acudir a Roma a suplicar la dispensa de sus votos para poder casarse con la madre de su hija y así legitimarla. Lo consiguió y contrajo matrimonio con Engracia Pérez Cobo.
Pero justamente un año después, a la edad de quince años, Conchita enferma de fiebre tifoidea. El médico que asistía a Conchita era Mariano Benavente (padre del escritor Jacinto Benavente) que era amigo de Velasco y experto en enfermedades infantiles, que decide prescribirle reposo, cuidados y estricto régimen, ya que la enfermedad en aquella época no tenía tratamiento ni se disponía de antibióticos, pero muchos casos seguían una evolución espontánea hacia la curación con los debidos cuidados. Pero Velasco, impaciente ante la lenta evolución de la enfermedad y desoyendo las enérgicas protestas de Benavente, decide administrarle un vomitivo a su hija con la finalidad de que la enfermedad hiciese crisis.
Fue una decisión profundamente desafortunada. Como consecuencia de ella la enferma sufre una hemorragia intestinal aguda que la conduce a la muerte el 12 de Mayo de 1864.
Basado en el artículo “La momia de la hija del doctor Velasco. Disección de una leyenda” de la Revista de la Escuela de Medicina Legal.
http://leaq.multiply.com/journal/item/101/101